La Asociación de Padres del Colegio Alfonso I de Tauste ha mostrado su descontento por la eliminación de la plaza del profesor de educación compensatoria, destinado a impartir clase a alumnos inmigrantes con dificultades lingüísticas.

Y es que este centro de educación tiene matriculados a 76 alumnos inmigrantes, 53 de ellos de habla no hispana y 22 --en este caso todos ellos-- con desconocimiento total de la lengua. Esta situación resulta "alarmante" para los miembros de la APA, quienes consideran que "se trata de una plaza consolidada ya que lleva siendo efectiva desde antes de 2001", año en el que entró en vigor la normativa al respecto.

El profesor de educación compensatoria se dedicaba mayoritariamente a estos niños extranjeros, además de dar apoyo a otros alumnos con algún tipo de deficiencia o problema. En este sentido, la asociación de padres considera inexplicable "que en lugar de aumentar los recursos anualmente --dado que la demanda crece cada curso que pasa-- nos quiten facilidades".

De momento, son los propios profesores habituales del centro quienes se hacen cargo de la problemática de estos alumnos, algo que tradicionalmente era competencia exclusiva del servicio suprimido. Sin embargo, los padres consideran que "no pueden (los profesores) realizar esa labor con la dedicación que nos gustaría a todos". Por ello, insisten en que solicitarán entrevistas con la Dirección Provincial de Educación, con los inspectores o "con quien haga falta" para encontrar una solución al problema.

REUNIONES "No nos vamos a quedar con los brazos cruzados", comenta Pati Larraz, presidenta de la APA. Además, esta petición de que se restablezca el servicio se hace extensible a los responsables del colegio, quienes han solicitado una entrevista con el director provincial.

Según miembros de esta asociación, los padres conocieron la suspensión de este servicio una vez iniciado el curso. "Nos ha pillado por sorpresa, nadie se planteaba cuando se estaban haciendo los repartos que fueran a afectar al profesor de educación compensatoria", explica Esther Latorre, una de las integrantes de la asociación de padres.

Una de las posibles soluciones que se barajan es instaurar en el centro un aula de inmersión lingüística. Se trata de una formula intermedia tomando como base la educación compensatoria, que consiste en una clase en la que todos los alumnos extranjeros que lo precisen recibirían conocimientos básicos del idioma español. A pesar de ello, la APA considera "que se está poniendo un parche al problema" aunque esperarán a que se conozcan todos los detalles del programa y se tendrá en cuenta la iniciativa.