Los Bomberos de Zaragoza continuaron ayer refrescando la chatarra calcinada por el gran incendio que se desató anteayer por la tarde en el Desguace Aeropuerto, situado junto a la carretera que le da nombre hacia el aeródromo zaragozano, la N-125. El fuego se daba por controlado ya por la mañana, pero no fue extinguido totalmente hasta las 19.00 horas, justo un día después de que se declarase. Hasta entonces, dos dotaciones, de las trece que llegaron a desplazarse anteayer -sin contar las de la Diputación Provincial de Zaragoza- seguían en la zona, refrescando los restos y sofocando lo que quedaba de las llamas.

Tras la extinción, ayer se comprobaba cómo el fuego había afectado también a los campos contiguos, que requirieron de maquinaria para construir improvisados cortafuegos.

La causa del incendio, como ya se apuntaba anteayer, estuvo en el aplastamiento de uno de los coches para reducirlo a chatarra. Por causas que se tendrán que investigar, el coche sufrió una deflagración durante el prensado, y las llamas pronto se cebaron en la alta pila de vehículos que estaban ya comprimidos junto a la maquinaria, y por otras zonas. Por precaución, fueron desalojados tanto la propia empresa como una gasolinera contigua, que ayer pudo volver a funcionar con normalidad,

Las llamas de los coches y los neumáticos y otros elementos plásticos provocaron una gran nube de humo, visible desde muchos kilómetros a la redonda, y que generó cierta alarma al no saber ubicar exactamente dónde estaba teniendo lugar el incendio. No hubo herido ni intoxicados en el siniestro.