Los cerca de 50 tanques que venderá España al Ejército colombiano podrían destinarse a varios puntos de la frontera con Venezuela, lo que ha generado cierta tensión con el país dirigido por Hugo Chávez. En los últimos años, el supuesto amparo de Chávez a grupos guerrilleros colombianos, denunciado por distintos sectores políticos, ha perturbado las relaciones entre ambos países. Estas acusaciones son negadas reiteradamente por el Gobierno de Chávez, quien asegura que forman parte de una conspiración internacional contra su persona. La revista colombiana Cambio reveló recientemente las preocupaciones y el rechazo que la operación de compra-venta de armamento ha provocado. "Podría servir para señalarnos como responsables de iniciar una mini carrera armamentística y darle argumentos a Chávez para su política interna", señaló el exministro colombiano de Defensa, Rafael Pardo. Por su parte, el exministro venezolano Fernando Ochoa explicó en una entrevista a la radio de Bogotá RCN que con la adquisición de "helicópteros norteamericanos y material de guerra", Colombia "ha roto el equilibrio estratégico que siempre había existido" entre los dos países. Pero el Gobierno colombiano aseguró ayer que su objetivo es combatir el "terrorismo" dentro de su territorio.