La Universidad de Zaragoza quiere frenar el caos circulatorio del campus de la plaza San Francisco, por lo que estudia la posibilidad de limitar el acceso de vehículos e incluso imponer una tasa de aparcamiento. Esta es la propuesta que el rectorado va a presentar el próximo martes al Consejo de Gobierno de la universidad.

El tráfico interior de este campus es uno de los problemas que agobia desde hace tiempo a los numerosos estudiantes y trabajadores que acuden a diario a las instalaciones de la plaza San Francisco, en donde se encuentran facultades de la envergadura de Filosofía y Letras, Derecho, Ciencias y Medicina. Por ello, uno de los objetivos prioritarios del rectorado es reordenar esta circulación y en la medida de lo posible reducirla.

Actualmente, a este campus pueden acceder todos los universitarios presentando el carnet de la institución. Según el adjunto al rector en Infraestructuras, Mariano Blasco, "hay 876 plazas de aparcamiento", pero en los centros de este campus estudian y trabajan unas 12.000 personas. Como no se limita el acceso ni cuando el aparcamiento está completo, es habitual ver coches estacionados sobre las aceras y en los pasos de peatones.

Para atajar esta situación, lo primero que quiere hacer el rectorado es rebajar el número de plazas a 853 y prohibir la entrada al párking cuando no haya plazas libres. Para ello, informatizará el acceso. Los universitarios que quieran podrán registrar un máximo de dos vehículos para acceder al campus, en donde ya no será preciso presentar la tarjeta: un sistema de lectura digital de matrículas identificará el coche y levantará la barrera para los turismos debidamente autorizados.

SANCIONES NO ECONOMICAS Otro de los objetivos que persigue el rectorado es evitar que el campus se convierta en un gran garaje nocturno. "Queremos eliminar el concepto de que los universitarios tienen una plaza disponible en la plaza San Francisco, por lo que proponemos sancionar a los propietarios de los vehículos que pernocten en el campus. La idea que llevamos es retirarles durante unos días la autorización para aparcar", aseguró a este diario el responsable de Infraestructuras, que cifra en unos 300 los coches que duermen dentro de este campus de la universidad.

Otra de las grandes modificaciones que el rectorado va a presentar al Consejo de Gobierno es la imposición de una tasa --que podría ser de unos tres o cuatro euros mensuales-- a todos los vehículos que quieran estacionar en el campus de la plaza San Francisco. "Nuestro objetivo no es recaudar dinero, sino disuadir a los universitarios para que no acudan con el coche al campus", destacó Blasco. El pago de esta tasa no garantizaría una plaza, ya que el acceso, como se ha dicho, va a limitarse a la disponibilidad de espacio.

Además, el plan del rectorado prevé el diseño de dos circuitos diferenciados, uno con entrada y salida por la calle Pedro Cerbuna y otro en el entorno de la calle Domingo Miral. También se quiere despejar de coches y ajardinar las puertas de las facultades.