El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias apartará de su puesto al jefe del área de Mantenimiento en Zaragoza, José Antonio García Pascual, después de que la jueza Mercedes Alaya decidiera el pasado martes mantenerle la imputación tras tomarle declaración en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla.

Quedó en libertad, con cargos y desde ayer alejado de toda responsabilidad. O como explicaron las fuentes oficiales del gestor ferroviario, "será remocionado a un puesto técnico cautelarmente", que es como rebajarle de categoría a un nivel en el que esté muy lejos de la toma de decisiones.

24 HORAS

Ni 24 horas ha tardado el Adif en adoptar la medida, una respuesta contundente y clara con la que desmarcarse de los supuestos delitos de los que se acusan a los encausados. Con el segundo imputado en Zaragoza, Miguel Ángel Muñoz Tejero, al estar jubilado, no tenía medida alguna que adoptar.

García Pascual desde ayer dejará el mando a su inmediato superior, Carlos Quingles, delegado de Adif para el área nordeste, pese a que trabaja desde la central en Barcelona, y al menos hasta que aterrice en la capital aragonesa un nuevo responsable en el cargo de jefe del área de Mantenimiento. Un nombramiento que podría producirse en breve.

Los dos trabajadores del gestor ferroviario en Zaragoza están imputados por cohecho tras, supuestamente, ser sobornados con unos 109.000 euros por parte de la empresa Fitonovo para "facilitarle la adjudicación y ejecución de los contratos a esta firma de jardinería", según el auto que publicó este diario.

Entre las mordidas destacarían fiestas nocturnas, comidas y hasta 500 euros en pastillas de Viagra, tal y como admitió uno de los directivos de la empresa presuntamente corrupta. Ambos negaron esas afirmaciones, la instructora mantiene la investigación contra ellos.