La eliminación del confinamiento perimetral de las tres capitales de provincia, Huesca, Zaragoza y Teruel, permite que los ciudadanos de estas ciudades puedan moverse libremente en la provincia. Esto generará mayor movimiento, pero no se traducirá en un destacado impacto para el turismo.

En el de tipo rural, se prevé que no haya prácticamente ningún movimiento en el puente de la Constitución, según explicó Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural. Teruel y Huesca se nutren sobre todo de visitantes de Zaragoza y el cierre de las provincias lo imposibilita.

Si este puente no se limitara la circulación entre provincias, la ocupación en turismo rural habría sido del 80%. Con esta norma, el porcentaje se reduce al 20% aproximadamente y «siendo optimistas», indica. Lo que supone una ligera mejora, dado que estas semanas han estado «prácticamente cerrados».

Desde la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo indican que el levantamiento del confinamiento ayuda «un poco». La secretaria de la asociación, Chus Montañés, afirma que a raíz de la apertura ha habido más llamadas y solicitud de información.

La continuidad de las restricciones propias del nivel de alerta actual también son un motivo que frena la llegada de visitantes. «No nos prohíben trabajar, pero nos lo ponen muy difícil», dice. La página web de su negocio, Locura de vida, está recibiendo muchas visitas y hay personas de otras comunidades -sin restricciones de cara al puente-, que le preguntan las posibilidades de ir.

En la provincia de Teruel, se va a poner en marcha una campaña para atraer a visitantes de Teruel capital y provincia en el puente. Se pretende promover el desplazamiento hacia las zonas turísticas, como Gúdar-Javalambre, comarca afectada por la imposibilidad de recibir a sus visitantes más habituales, que son los de Valencia. A esta iniciativa se han sumado también otras como Albarracín.

El mayor núcleo de población se localiza en Zaragoza, por lo que será la provincia que registre mayor movimiento. Zonas como Tarazona y el Moncayo ya empiezan a recibir visitantes y a completar reservas. Por ejemplo, en la casa de turismo rural El Corralico del Moncayo ya han percibido el cambio. «La gente está reservando el puente y también días de antes y de después», explica Jesús Gracia.

En las Cinco Villas creen que se notará con la llegada de personas con segunda residencia.