Se llenó de nuevo la Real Academia de Medicina de Zaragoza en su apertura de curso. Un acto con saberes --gracias, esta vez, a la lección inaugural de Ignacio de Andrés, sobre farmacia hospitalaria-- y con premios. El presidente de la entidad, el doctor Luis Miguel Tobajas, encabezó como siempre la sesión en el Paraninfo. Y lo hizo rodeado de académicos (desde el doctor Calatayud, a Coscolín, Vallés o García Julián) y de autoridades, como el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, el subdelegado del Gobierno, Ángel Val, la diputada Rosa Plantagenet, o los presidentes de los colegios de Farmacia y Enfermería, Ramón Jordán y Juanjo Porcar. Había ganas de abrir el curso y de entregar los galardones, algunos de los cuales dejaron el suspense hasta la apertura de plicas, como los de los mejores trabajos (Juan Bustamante e Ilumináfrica). Además, la academia entregó el premio Asisa al mejor médico MIR a David de las Cuevas; y la distinción Analiza a la tesis más sobresaliente, a Alba Bellés. El galardón a la trayectoria fue para José Julián Revorio González, antes de final el acto. A la salud de la academia. Un año más...