El hospital Miguel Servet ha recobrado la normalidad después de los numerosos episodios de saturación registrados en las últimas semanas. La apertura, hace unos días, de la segunda planta de Traumatología para descongestionar el colapso en Urgencias ha mitigado el problema y ha acabado, de momento, con las largas esperas en los pasillos y boxes ante la falta de camas para los ingresos. El centro hospitalario más grande de la comunidad contará este verano con 95 camas menos, ya que se cerrarán ante la menor presión asistencial en periodo estival. La reducción es menor que en el verano del 2013, cuando se clausuraron 159.