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ADRIANA OLIVEROSLo del Rastrillo Ozanam es estupendo. Cada año más visitantes, más recaudación, más solidaridad... Y ayer, en la inauguración de su edición de XVIII aniversario, la cosa no se iba a quedar atrás. Tropecientos ávidos compradores y un montón de autoridades se dieron cita en la sala Multiusos de Zaragoza para cazar gangas o ser cazados por las cámaras. El alcalde, Juan Alberto Belloch, el delegado del Gobierno, Javier Fernández López, la consejera Ana de Salas, el teniente de alcalde Gargallo, los ediles Carmen Gallego, Elena Allué y Atarés, y hasta el obispo auxiliar, Alfonso Milián. Todos arroparon al presidente de la Fundación Federico Ozanam, Ricardo López Cuesta, y a sus 800 voluntarios (sobre todo -as). Polola Fernández de Pierola cortó la cinta inaugural en nombre de todos ellos (o ellas), acompañada por Gregorio Ortega y Eulalia Barbacil. Y, acto seguido, comenzó un paseo inaugural al que se unieron Román Alcalá y Paco Río, jefes de las obras sociales de Ibercaja y CAI, el popular Paco Gracia Paracuellos, miembros del patronato de la fundación... Toda la sala entró en ebullición. En la cafetería, Patxi Beguiristain (que acude como voluntario a esta cita cada año desde San Sebastián) se ponía al servicio de Visi Royo. Carmen Duclós promocionaba un cuadro de Isabel Guerra (la monja pintora), por 24.000 euros. Las hermanas Ríos (de la tienda ídem ) iban de lado a lado. Y las autoridades miraron mucho y gastaron cero. Exceptuando un disco de la Soriano (lean

Juan Alberto BellochJavier Fernández LópezAna de SalasGargalloCarmen GallegoElena AlluéAtarésAlfonso MiliánRicardo López CuestaPolola Fernández de PierolaGregorio OrtegaEulalia BarbacilRomán AlcaláPaco RíoPaco Gracia ParacuellosPatxi BeguiristainVisi RoyoCarmen DuclósIsabel Guerramonja Ríosídem Sorianoel Confidencial