La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza aplazó ayer para septiembre el juicio en el que Anca M. V. y Víctor V. iban a ser juzgados por una estafa a un zaragozano, que les hizo herederos de una fortuna (1,6 millones de euros, entre fondos de inversión y depósitos de valores) debido, según la Fiscalía, a que se aprovecharon de su situación de «dependencia física y emocional» de ellos. Hasta que la DGA le requirió impuestos por patrimonio, su heredero principal había sido Cruz Roja. El representante del banco que denunció los hechos, Ibercaja, no compareció como testigo, y por tanto hubo que suspender la vista.

Según el ministerio público, la acusada trabajaba como cuidadora para el hombre, que no se adaptaba a la residencia, y tanto ella como sus hijos acabaron en el 2013 viviendo en casa del zaragozano. Dos años después llegó el hombre dese Rumanía.