El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca acordó ayer aplazar el juicio contra tres médicos que se enfrentan a penas de 3 años de prisión y 4 de inhabilitación por un presunto delito de negligencia en el cuidado de una bebé de 20 meses que se tragó una pila de un mando a distancia.

Al no ser detectada inicialmente por los facultativos que atendieron inicialmente a la menor en el centro sanitario de Fraga, en diciembre de 2010, la pila se degradó en la garganta de la niña y le provocó graves lesiones que la han llevado hasta medio centenar de veces a los quirófanos.

Tras una larga negociación entre defensas y acusaciones, el juez acordó aplazar la vista hasta el próximo 5 de abril a la espera de la práctica de nuevas pruebas médicas en torno al alcance de las graves patologías sufridas por la niña.

El letrado de la madre de la menor, el abogado Aldo Valero, admitió que el representante legal de la compañía aseguradora de los profesionales médicos es quien tiene actualmente «la sartén por el mango» para lograr un acuerdo sobre la cuantía de las indemnizaciones.

El ministerio fiscal solicita a los tres médicos una indemnización de 430.000 euros para la menor por las lesiones y graves secuelas originadas, cantidad que la acusación particular eleva a 1.035.000 euros al entender que la niña estará limitada a lo largo de su vida para desarrollar una vida personal y laboral normal.

«DESMORALIZADA»

Arancha Mármol, madre de la niña, explicó que su hija, de 7 años, se encuentra «muy desmoralizada» debido a unas secuelas que le han generado «grandes complejos» a la hora de relacionarse en el colegio.

Estas secuelas le han provocado parálisis bilateral de las cuerdas vocales, afonía, así como diversos problemas respiratorios y gástricos, dado que la degradación de la pila le perforó la tráquea y el esófago, explicó la progenitora.

La niña, que se ha alimentado durante mucho tiempo con una sonda gástrica, ha entrado hasta en 60 ocasiones en quirófano para serle restaurados la tráquea y el esófago, intervenciones que continuarán en el tiempo al estar vinculadas las lesiones al proceso de crecimiento de la menor.

Arancha Mármol, que dejó de trabajar para centrarse en el cuidado de su hija, exigió «justicia» y una valoración de las consecuencias derivadas de la presunta negligencia médica.