Una jueza italiana decidió ayer aplazar hasta el próximo 3 de julio la audiencia preliminar contra los 29 policías acusados de agresiones contra 93 manifestantes antiglobalización, entre ellos 13 aragoneses, durante la cumbre del G-8 en Génova en el 2001. Los jóvenes fueron detenidos y algunos sufrieron lesiones, como fracturas y politraumatismos.

La magistrada Daniela Faraggi así lo decidió en la vista preliminar celebrada en Génova, hasta donde se desplazaron tres abogados del Colegio de Aragón para colaborar con los letrados italianos que llevan el caso. El aplazamiento fue solicitado por la defensa de los policías, que pidieron tiempo para poder leer y analizar el centenar de peticiones presentadas para constituirse en parte civil en el caso, informó Efe .

Durante la primera sesión, seguida con interés por grupos antiglobalización europeos venidos a Génova, cuatro de los policías acusados cambiaron de abogado. El letrado defensor que tenían era el parlamentario de Alianza Nacional Ignazio La Russa, que ha sido revelado por Pietro Porciani, del colegio de Milán.

Los denunciantes estuvieron presentes en la ciudad italiana a través de tres representantes aragoneses y uno navarro que se desplazaron junto a los tres letrados aragoneses y otros tantos catalanes.

RESPONSABLES ANTITERRORISTAS La audiencia se celebró en el Tribunal de Génova y la jueza Daniela Paraggi tendrá que decidir si son procesados los 29 agentes, muchos de ellos actuales dirigentes del antiterrorismo en Italia, acusados de falsedad de documentos públicos, calumnias, lesiones graves y abuso de autoridad.

Los policías tendrán que responder también de las acusación de haber introducido dos cócteles molotov en la escuela Díaz, donde se alojaban los agredidos, para usarlas como prueba contra los manifestantes.

El abogado de la acusación particular, Emanuele Tambuscio, que pretende al Foro Legal de Génova, explicó recientemente que dos de los agentes reconocieron que llevaron los dos cócteles a la escuela y los depositaron allí para inculpar a los presentes. "Hay una cinta de vídeo que apoya esta tesis. Además, un policía, con el apoyo de sus superiores, denunció un falso acuchillamiento como pretexto para el asalto al local", indicó hace un mes en Zaragoza.

Cerca de un centenar de jóvenes antiglobalización de España, Gran Bretaña, Polonia y Alemania, que fueron agredidos y detenidos durante la incursión policial en el centro donde se alojaban, ha denunciado la actuación de los agentes.

Los hechos ocurrieron la noche del 21 de julio de 2001 en la escuela Díaz, cedida por el Ayuntamiento de Génova para que se alojaran grupos de los jóvenes llegados a la ciudad para protestar contra la cumbre del G-8 (los siete países más industrializados del mundo y Rusia).

Mientras dormían, la policía irrumpió en el centro y detuvo a 93 personas. Los jóvenes fueron encarcelados bajo la acusación de resistencia a la autoridad y asociación de malhechores. Cinco días después, los jueces les liberaron al considerar que las detenciones eran ilegítimas.

Los activistas denunciaron a los agentes, que pueden ser condenados, de ser juzgados, con penas que van de dos a seis años de cárcel.

Durante la cumbre del G-8 se registraron numerosos enfrentamientos entre policías y manifestantes. En la tarde del 20 de julio el italiano Carlo Giuliani, de 23 años, murió al ser alcanzado por los disparos de un carabinero mientras participaba en una de las manifestaciones.