El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó ayer de forma definitiva la nueva ordenanza de ayudas de urgente necesidad, con los votos a favor de PSOE, CHA e IU y en contra del PP. El nuevo texto toma como referencia el IPREM para cuantificar el nivel de ingresos de la unidad de convivencia y permite que entren las prótesis y los audífonos.

Una vez más, la modificación de la ordenanza enfrentó a la concejal del PP Reyes Campillo y al teniente de alcalde de Acción Social, Roberto Fernández. La conservadora criticó de nuevo que en los programas, la gestión o la publicidad se llevan buena parte de los recursos y le acusó de repartirlos entre amigos. Esto provocó la indignación del socialista, quien le recriminó que Zaragoza ha duplicado la cuantía que da a estas ayudas por los retrasos de la DGA con el IAI.