El consejo de administración de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda aprobó ayer las bases para la convocatoria de ayudas a la rehabilitación de viviendas privadas, que este año cuentan con 3,8 millones de euros, uno más que la anterior, y llegarán a unas 600 familias. Entre las novedades de esta convocatoria, que es la del 2018 con cargo al presupuesto de ese mismo año, se incluye una línea para propietarios que cedan su vivienda al programa de alquiler social (300.000 euros) y otra para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos (200.000 euros).

La principal línea, dirigida principalmente a comunidades de vecinos, está dotada con 2,2 millones de euros e incluye obras de eficiencia energética y accesibilidad, entre otras. La segunda de ellas, está dotada con 200.000 euros, con ayudas complementarias para aquellas unidades familiares con rentas iguales o inferiores al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).

Además, en el consejo de administración de ayer se tumbaron las cuentas de la sociedad gracias a la abstención del PSOE y Cs, que provocaron que los diez votos en contra del PP sumaran más que los nueve de ZeC, única formación que voto a favor. CHA no puso asistir. Argumentaron que no iban a avalar unos presupuestos que no habían podido controlar durante los ocho meses que no estuvieron en las sociedades mucipales.