La Policía Nacional ha desarticulado una banda que hizo una estafa de 140.000 euros a una operadora de telefonía móvil y a unos 60 clientes.

Los cuatro detenidos, residentes en Zaragoza, habían urdido un complejo entramado. Según fuentes de la investigación, uno de ellos, M. N. C., que trabajaba en una operadora, era el que hacía la captación de empresas y particulares a los que prometía terminales de alta gama --entre 500 y 700 euros cada uno--. Su plan no hubiese dado frutos si no fuera por la figura de M. A. N., un trabajador de una empresa de transporte de mercancías, quien recogía los paquetes con los móviles y no los entregaba.

Este hombre, según estas mismas fuentes, actuaba de mensajero en la zona del barrio de Delicias. Entonces, lo que hacía era dar direcciones postales de su sector al empleado de la compañía telefónica, que falsificaba la dirección del destinatario.

También fueron arrestadas sus esposas, M. S. V. O. y S. L., porque se hacían pasar como destinatarias de los paquetes cuando el repartidor estaba de día festivo o si la empresa decidía cambiar la ruta de entrega de este operario.

Estas cuatro personas, naturales de Ecuador y Rumanía, fueron enviadas a prisión provisional y sin fianza por el juez de guardia de la capital aragonesa. La Policía Nacional mantiene abierta esta operación, ya que no descarta la detención de más personas.

No obstante, han conseguido aclarar unas sesenta denuncias de clientes de las provincias de Barcelona, Lérida y Castellón, quienes pagaban sus recibos pero no recibían lo que se les había prometido.

En la investigación también fue fundamental, según señalan estas fuentes, el papel de la empresa de mercancías que mediante el control de los datáfonos les permitió observar una serie de modificados que hicieron saltar todas las alarmas.