Después de dos semanas recibiendo críticas a un lado y al otro del Ebro, el Gobierno de la ciudad podría tomar una decisión definitiva mañana viernes sobre la peatonalización de Don Jaime I. Se producirá la esperada reunión con los comerciantes de la calle y su entorno, a las 10.00 horas, en el despacho del vicealcalde, Fernando Gimeno. Unos establecimientos que tras el anuncio del alcalde, en el debate sobre el estado de la ciudad, se mostraron a favor de esta actuación (al menos de forma oficial a través de la asociación que les representa) y ayer mismo mandaron un comunicado anunciando su rechazo a la propuesta actual, tras haber iniciado el pasado sábado una recogida de firmas y llevar recogidas en solo cinco días más de 1.500.

Una muestra más de que, con el paso de los días, los ánimos se han ido encrespando y que no hay una opinión unánime. Y parece seguir siendo así porque mientras se ha decidido constituir hoy una asociación vecinal que les represente, denominada Reyes de Aragón, desde la de comerciantes que ya existía manifestaron que le propondrán al vicealcalde una "peatonalización blanda en la que no se restrinja el paso al transporte público".

CAMBIO Así lo explicó Óscar Sanz, presidente de la Asociación de Comerciantes de la calle Don Jaime I, quien admitió el "cambio de opinión" en la misma, a raíz de cómo han evolucionado los acontecimientos estas semanas. Además, destacó que la recogida de firmas no parte de este colectivo, sino del propietario de un establecimiento que no está adherido al mismo, pero que comparten "al 100%" lo que esta plantea. Tampoco hay que obviar el éxito que está teniendo, en número de apoyos y en que, según la nueva asociación vecinal, "el 95% de las firmas" son en contra de hacer peatonal la calle. No obstante, Sanz también valoró "positivamente que el alcalde diga que si no hay consenso no se hará".

De hecho, la reunión de mañana con Gimeno, en este sentido, debería ser definitiva. Porque le van a trasladar el rechazo que hay en la zona a cerrar al tráfico Don Jaime I. Y sumado a las quejas llegadas desde la margen izquierda, con las que se consiguió que el Gobierno municipal abortara la opción de hacer peatonal el puente de Piedra, parece obvio que el alcalde ya tiene la respuesta que buscaba de los ciudadanos. Sin el Casco Histórico y sin la Margen Izquierda, la posibilidad de consenso se desvanece por completo. Y sin una propuesta concreta y definida, sin alternativas de movilidad para la zona, es más difícil de convencer a los más críticos.

NUEVA ASOCIACIÓN Respecto a la nueva Asociación de Vecinos Reyes de Aragón, sus impulsores explicaron ayer que esta es una "céntrica zona que no contaba con ninguna organización que representara a sus vecinos", y que se ha constituido "con el objeto de defender, coordinar, gestionar y apoyar los intereses de sus miembros", ya que "también pueden sufrir las consecuencias de la peatonalización. Un efecto negativo que se traduce en "falta de seguridad (por las calles vacías), incremento de ruidos nocturnos ya que las calles peatonales son un vivero de terrazas y bares, y falta de accesibilidad y movilidad", argumentaron.

Este colectivo dice querer ser "prudente" con este proyecto y no nace con la intención de ser beligerantes desde el principio. Sin embargo, también señalaron que "antes de los cruces de declaraciones entre diferentes representantes del ayuntamiento, y comercios y asociaciones de vecinos, el organismo que reúne en estos momentos a más de 80 establecimientos del entorno de la vía quieren manifestar su rechazo a una posible peatonalización por motivos sociales, comerciales y económicos". Prudente pero muy contundente.

Para ellos, "la calle Don Jaime I ha sido desde la época romana una vía principal que unía el Ebro con el centro y en el que la movilidad ha sido un factor indispensable para su crecimiento". Es una calle en la que "varias firmas centenarias se han mantenido bajo el epígrafe de comercio tradicional con una tendencia muy clara a la especialización" y por ello, "la noticia oficiosa de su peatonalización ha provocado en la asociación y sus representados un estado de confusión que esperan resolver en los próximos días a través de la reunión con el consistorio, en la que, como mínimo, confían en que les expliquen "cuál es la situación real del proyecto".