-¿Qué balance hace de las primarias?

-La sensación es muy buena. Nos refuerza mucho.

-Pablo Iglesias le echó un cable.

-Nunca me he desmarcado de él. Estamos peleando en la misma dirección para abrir este país a otras expectativas.

-¿Le ha llamado?

-Sí, hablamos más de lo que se creen algunos. Durante su permiso de paternidad el contacto era con Pablo Echenique.

-¿Podrá ir a su mitin el martes?

-Esperaré a ver qué me dicen unos y otros.

-¿Ve posibilidades de llegar a acuerdos con Podemos?

-Antes de las primarias hubo una mesa de diálogo en la que no se sentó nadie. Seguiremos hablando mientras haya tiempo.

-Mañana tienen una reunión para intentarlo. ¿Qué van a tratar?

-Hay que ver cómo percibe cada uno la situación y tenemos que ser conscientes de que la gente que está trabajando en los barrios es de IU, de Podemos, independientes, de Equo, anticapitalistas... y está preocupada por participar y afrontar retos. Toda esa gente no pregunta qué carnet llevas y queda en tierra de nadie.

-¿El desacuerdo es por la lista?

-En lo que afecta a ZeC es por no haber seguido un procedimiento al que nos comprometimos. Estos resultados, fruto de los consensos, igual no eran del agrado de algunos.

-O sea, los nombres.

-Los nombres y las personas influyen mucho.

-¿Cómo explica que los partidos que iban a traer el cambio ahora están enfrentados?

-ZeC está en Podemos y hay gente de Podemos que está integrada en la candidatura de ZeC. Sigo diciendo que está dentro.

-Nacho Escartín y Violeta Barba ya le han dicho que no es así.

-Que vengan a ZeC y comprobarán cómo hay gente de Podemos en los barrios trabajando en ZeC. O que hubieran venido a las primarias, que habrían comprobado cómo la gente de ZeC les habría votado como a cualquier otro.

-¿Cómo afectará en la gente que la izquierda esté dividida?

-Apuesto por la confluencia, por la unidad de la izquierda. No concibo que haya dos listas.

-Pero hoy hay dos listas. ¿Cómo le explica eso al ciudadano?

-Podemos está en ZeC y así lo ha expresado una candidatura con tres personas de Podemos. Esta es mi lectura, por la unidad.

-¿Qué le dicen en Madrid? Parece que tiene mejor relación con Podemos allí que en Aragón.

-Como miembro de ZeC y como alcalde tengo que pensar en mi ciudad y más allá de ella, tener una visión estratégica sobre temas que exceden mi competencia, como debatir sobre las competencias de los ayuntamientos y su financiación. Para eso hacen falta fuerzas en Madrid. También es importante que formaciones como Podemos contrapesen a un PSOE muy titubeante en materia económica y constitucional.

-¿Podemos está echando un pulso a los gobiernos del cambio?

-Cuando hablo de Podemos pienso en una fuerza de transformación y no creo que esa visión tradicional de partido fuerte y blindado sea de recibo en estos tiempos. La gente tiene una mentalidad más abierta. El que quiera utilizar el partido como un blindaje a sus puestos y su carrera política igual se equivoca de partido.

-¿En Zaragoza ha sucedido lo mismo que en Madrid?

-En absoluto. La gran diferencia ha sido que Zaragoza ha articulado un espacio de la confluencias entre gente independiente y de organizaciones políticas y ha dado pie a que haya unas primarias en las que el 70% de los inscritos ha participado. Cuando tienes gente en la base trabajando y dándole pie a que expresen lo que llevan dentro, los liderazgos tienen que acomodarse a esa realidad. La ciudadanía tiene que ir tomando partido.

-¿Cómo ha afectado en el ayuntamiento que IU y Podemos no vayan juntos para las Cortes?

-Incluso en las Cortes tengo esperanza de que lleguen a acuerdos.

-Si hubiera acuerdo, ¿dónde ubicaría a Violeta Barba?

-No me corresponde a mí decirlo, sino a la dirección de su partido, a ella y a mi organización.

-¿Se puede llegar a un acuerdo sin mover la lista?

-Se generaría un problema porque hay 3.000 personas que han decidido la lista. La pregunta es por qué no se han presentado a las primarias. ¿Había algún problema? ¿Miedo? ¿O han querido blindar sus posiciones personales? No lo sé.

-¿Qué opina de que Fernando Rivarés se haya ido con Barba?

-Siento mucho que no me haya consultado los pasos y las decisiones que iba a adoptar porque ha sido una persona integrable en mi equipo por el buen trabajo que ha realizado. No puedo más que hablar bien de él.

-¿Se trabaja mal en el Gobierno teniendo en cuenta que Rivarés se va de ZeC, que Teresa Artigas abandonó o que ha competido con Cubero en las primarias?

-No, ya no hay grandes temas a estas alturas de corporación.

-¿Se ve más arropado por IU?

—Me siento arropado por toda la gente con la que he gobernado, que está en ZeC y que ha votado en las primarias. Muy arropado pero no por nadie en especial.

-¿Los partidos del cambio son ya los de siempre?

-Estoy haciendo un esfuerzo en las confluencias para que se den cuenta de que el municipalismo no se nos ha ocurrido a cuatro alcaldes en España, es una necesidad que tiene la gente en unos tiempos en los que los estados nacionales están perdiendo soberanía por la gobernanza mundial. Si no, pregúntenselo al señor Trump.

-¿Va a pedir a Podemos que dé un paso atrás?

-Quiero demostrar la importancia que tiene que formaciones políticas que reclaman el cambio y la transformación se sientan atraídas, seducidas, embelesadas por lo que estamos haciendo.

-¿Para presentarse unidos?

-La unidad de la izquierda hay que trabajarla en las confluencias y por eso le ofrecíamos a Podemos formar parte de ZeC, porque es la mejor forma de demostrar que estás por la unidad, no por los sillones.

-Si lo consigue, ¿sería un éxito personal?

-Yo no me quiero apuntar un tanto. Sería un éxito de todos.

-Y si no, ¿sería un fracaso?

-Sí, un fracaso de las personas que hayan conducido a ese fracaso, pero no me siento implicado.

-Ha conseguido que Luisa Broto esté en el número 2.

-Yo no he conseguido nada. Luisa es una persona muy querida y respetada por su capacidad de trabajo. Cuando decidimos que fuera vicealcaldesa y estuviera al frente de Derechos Sociales establecimos una prioridad política y la ha cumplido. Estaría encantado si ella fuera alcaldesa.

-¿Cómo lleva que la derecha ahora ‘se venda’ como el cambio?

-¿El cambio? Háblenme de la ranciedad, del reaccionarismo político, el conservadurismo y la vuelta de la visión franquista más casposa que pueda representar Vox.

-¿Qué futuro les ve en el Ayuntamiento de Zaragoza?

-Dudo mucho que la ciudadanía de Zaragoza y Aragón le dé un solo voto a una fuerza que es trasvasista como Vox. Igual que Cs, que lo es pero con la boca pequeña. Los del PP se han dado cuenta de que ese discurso en Aragón no vende nada. Espero que la ciudadanía, que es ejemplar en la defensa del agua, sea consecuente.

-En el 2015 se hablaba de reformular principios de la democracia. ¿Le defrauda hacia dónde ha evolucionado la política?

-Veníamos con muchas ganas e ilusión y nos hemos dado cuenta de que la política de Estado se ha cerrado sobre sí misma. Los problemas que ya había se han ido pudriendo en una olla a presión y las fuerzas del régimen del 78 que sostienen esa visión de Estado tan poco adaptado a los tiempos modernos. Cuando la olla no se abre, los temas se pudren, se descomponen y surgen corrientes como Vox, que son prueba de esa descomposición, pero hay otras que se recomponen y son los ayuntamientos del cambio.

-¿Está cambiando algo en el PSOE con Pilar Alegría?

-La mera presencia de ZeC ha supuesto que el PSOE, aunque le haya costado cuatro años, se haya visto obligado a realizar una transformación interna. De esto estoy contentísimo. Se ha demostrado que era imposible mantener un partido que apoya tu investidura y al día siguiente se convierte en un adversario radical sumando sus votos a los de la derecha. Pero ¿qué iban a hacer, una moción de censura para darle el ayuntamiento a la derecha? Yo sabía que había líneas rojas que no podían traspasar.

-¿Ha hablado con Alegría?

-De vez en cuando nos mandamos algún mensaje. Se puede decir que lo hacemos con intermediarios. El PSOE debería ser más abierto, pero hay mucho sectarismo. Pensaba que el 15-M iba a traer otra oleada de renovación pero aún no ha llegado.

-¿Qué queda de ese 15-M?

-Quedan cientos de personas trabajando de forma callada. Su trabajo se irá viendo porque hay una nueva generación que ha irrumpido y se puede ver en Podemos o IU con gente nueva y preparada.

-De cara al 27 de mayo, ¿con quién pactará?

-Nuestra propuesta es de unidad de la izquierda. Si revalidamos les propondremos la posibilidad de gobernar en coalición.

-¿Marcarán mucho las elecciones nacionales los resultados de las municipales?

-Parece ser que se han convocado para eso, pero pueden hacerlo en sentido de generar ánimos renovados de cambio. Esto es importante, que la gente no caiga en el desaliento y se quede en casa.

-¿Cree que puede haber una suma PSOE-Cs en Zaragoza?

-Albert Rivera ha bloqueado esa posibilidad con Pedro Sánchez.

--También dijo que no pactaría con Mariano Rajoy y lo hizo.

-Cs se lo tiene que hacer mirar. Le da igual gobernar con Vox, con el PSOE y con todos a la vez. Es un partido poco serio. Que se aclaren, porque tanto dar bandazos lo que hace es despistar a la ciudadanía. El estancamiento que han sufrido es porque la gente percibe que son poco claros y juegan a todas las bazas.

-¿En Zaragoza quién es más temible en la derecha, Cs o el PP?

-En esta legislatura Cs se ha puesto muy de perfil y ha jugado al buenismo presentando mociones que podían ser aprobadas por unanimidad y sin mucha sustancia. Pero en las cuestiones importantes siempre ha votado con el PP. Le ha hecho un seguidismo absoluto en cuestiones importantes. Tiene que definir su perfil. Al PP se le ve en franca regresión, sin ideas, que suple con broncas, malas formas, insultos y falta de educación, poca ejemplaridad y poco respeto a lo que representa la institución.

-¿Pero cuál es el rival a batir?

-Temo a aquellos que sin hablar claro defienden los mismos intereses que siempre, los de los poderes fácticos y económicos. No lo dicen claro porque no pueden, la gente les daría la espalda.

-¿Habla de Cs?

-Es que ha defendido el mismo modelo que el PP. Es un partido que se las da de innovador pero no aporta grandes cosas.

-¿CHA resistirá?

-No lo sé, dependerá de los restos y de cómo funcionan los porcentajes. Ha sido un aliado pese a sufrir críticas que no merecíamos, pero era su forma de buscar protagonismo. Su gran error fue no haber aceptado entrar en el Gobierno con nosotros porque su función, estando en la DGA y en el ayuntamiento, hubiera sido la de facilitar el diálogo y la mediación. Lo eludieron dejándonos solos frente a un PSOE que conocía y sabía cómo era.

-¿Qué culpa tiene la izquierda de que Vox llene hoy pabellones?

-(Piensa) No haber podido expresar esa indignación porque estás en un Gobierno y tienes que gobernar para todos y eso te impide salir al ruedo como ellos. No estamos menos indignados que Vox, pero hemos trabajado en políticas de cambio y transformación y ellos no son nadie más que gente que ha vivido dentro del PP durante los últimos años luchando por el sillón y ahora quieren seguir haciéndolo en Vox.

-¿Qué borraría de estos cuatro años? ¿La juerga de las bandas de los concejales, la gomina...?

-(Ríe) Me río porque son temas con los que nos han zumbado. Claro que sí. Todos estos comportamientos para intentar descalificar al adversario a un nivel casi de degradación moral, ataca la esencia de la democracia y lo institucional. Pero ¿cómo lo borro?

-¿Cómo?

-En la próxima legislatura lo primero que haré será plantear un protocolo de comportamiento en los plenos y de relación entre las fuerzas políticas. Hay que recuperar la función del mandatario político como persona ejemplar porque somos mandados por el pueblo, no somos los reyes del mambo por ser concejales y alcaldes.

-¿Por qué una querella contra Pablo Casado y no contra Azcón?

-Este señor practica el gamberrismo político, el insulto y la descalificación y está convencido de que eso vende, pero igual le vende a Vox. No se puede ser tan falto de ideas para recurrir a un tema tan doloroso y tan trágico para intentar descalificar a un adversario político. Azcón solo va a rebufo de Casado.

-Con Javier Lambán las relaciones no han sido nada fluidas. ¿Cómo les puede afectar esto?

-El ayuntamiento y la DGA tienen que remar juntos por el bien del ciudadano. Hacer lo contrario, que es lo que se viene haciendo de forma sistemática por el bipartidismo, no conduce a nada.

-¿El problema ha sido entre las personas que se tenían que poner de acuerdo?

-Yo le llamé antes de ir a China para ponerme a su disposición. Aún estoy esperando su respuesta. Esto degrada a una institución como la Presidencia de Aragón. Aunque creo que Lambán ha estado mal aconsejado, le han dado malas orientaciones y partidistas.