Un vecino de Fraga de 34 años apuñaló en el brazo a su expareja, quien le había infligido malos tratos hace un mes y por los que ya había sido condenada. Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando la víctima acudió al domicilio que ambos compartían anteriormente para recoger sus enseres.

La mujer, de 27 años, fue detenida el pasado mes de julio después de que su marido le denunciara por una agresión en el domicilio conyugal. El juez le impuso por estos hechos una condena de 40 días de trabajo en beneficio de la comunidad y dos años de privación del derecho de portar armas.

A partir de la detención, la mujer se fue a vivir con sus hijos a otra vivienda en la misma localidad de Fraga, aunque una parte de sus pertenencias personales permanecían en el anterior domicilio conyugal.

En la tarde de ayer, la joven acudió a la vivienda para recoger sus prendas de vestir y trasladarlas a su actual piso. Fue en ese momento cuando fue atacada con una navaja por su expareja, quien le asestó una puñalada en el antebrazo izquierdo, que la víctima interpuso como defensa para evitar ser herida en otra parte del cuerpo.

El segundo caso de violencia de género se registró en el zaragozano barrio de Las Fuentes, donde fue detenido un joven de 24 años después de que su pareja, de las misma edad hubiera solicitado la ayuda de la Policía.

Los hechos ocurrieron en el domicilio que los implicados compartían en la calle Mesones de Isuela, y los agentes que se desplazaron al lugar advirtieron que el presunto agresor presentaba síntomas evidentes de embriaguez.

La víctima explicó que no era la primera vez que sufría una agresión física por parte del detenido, pero que hasta ahora no había presentados denuncia por temor a represalias. La joven fue atendida de sus lesiones en el hospital Provincial.

Por otra parte, un juzgado de instrucción de Huesca dictó ese mismo miércoles una orden de alejamiento contra un vecino de la localidad de Gurrea de Gállego de 30 años, detenido el pasado fin de semana por las agresiones sufridas por su mujer y un hijo menor de ambos de dos años de edad en el domicilio familiar.

El presunto maltratador ya había protagonizado otros episodios violentos y en una ocasión amanazó con quemar la casa de sus suegros en Huesca, porque su mujer le había abandonado temporalmente a causa de otra agresión, según informaron fuentes policiales.