La práctica de la prueba cerebral basada en la onda P-300 al presunto asesino y descuartizador de Ricla, Antonio Losilla, y al asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, fue ya un "salto al vacío", como la define uno de sus impulsores, el neurólogo José Ramón Valdizán. Se trató de un análisis pionero en España, pero al fin y al cabo venía avalado por su uso en otros países, principalmente en Estados Unidos.

Pese a la teoría comprobada y una práctica aparentemente impecable, ninguna de las dos pruebas ha dado el resultado esperado, al menos que se conozca. Lejos de desanimarse, el neurólogo y la psiquiatra forense Cristina Andreu han decidido abrir su propia vía con una nueva prueba que, en rigor, es más útil en estas investigaciones: el análisis de la onda N-400.

Esta nueva prueba, de aplicación netamente aragonesa en criminología, le será practicada junto a la P-300 al terrorista arrepentido de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) Fernando Silva Sande. Con ella, la Guardia Civil y la familia del empresario zaragozano Publio Cordón, que la sufraga, confían en encontrar al fin el cadáver que, según el grapo, lleva enterrado en el Mont Ventoux desde 1995.

Recuerdo contra lógica

Valdizán ya renegaba del inevitable nombre de prueba de la verdad que se le dio a la P-300, y también lo hace en esta, aunque sea más aproximado. El análisis de la onda negativa sí discrimina lo que para el cerebro es cierto, por lo que a priori sería más adecuado para este tipo de investigaciones. La pregunta es entonces por qué no se aplicó en primer lugar. "Ya estábamos dando un salto al vacío, y no queríamos darlo aún más grande", explica el neurólogo.

Es decir, bastante exótico sonaba ya plantearle al juez, aunque fuese apoyados por la Policía, que el análisis de una onda cerebral podía revelar la ubicación de un cuerpo. Al menos contaban con el aval de la experiencia internacional. Pero ahora se adentran en terreno inexplorado. Aunque el hecho de que sea una prueba pionera en criminología no significa que la onda N-400 no sea una vieja amiga para Valdizán y Andreu, en investigación neurofísica.

La P-300 (P de positiva, porque en una representación de onda se dibuja hacia arriba en la gráfica, y 300 por los milisegundos que tarda en aparecer tras el estímulo) y la N-400 (negativa, a los 400 milisegundos) se basan en reacciones opuestas. La primera aparece como retroalimentación a un estímulo --en estos análisis, una fotografía o una frase-- que se recuerda. La N-400 se activa cuando algo falla.

Por ejemplo, ante la asociación de conceptos animal-perro, no debería aparecer; sí lo haría ante animal-casa. De la misma forma, en el caso de Silva Sande, si su cerebro considera cierta la asociación Publio Cordón-Mont Ventoux, no debería aparecer, y eso marcaría que los investigadores van por el buen camino. A mayor amplitud de la onda, la discordancia sería mayor, lo que también ayuda a descartar. En un ejemplo extremo, si se mostrara una imagen de Cádiz relacionada con el lugar del enterramiento, la gráfica debería de mostrar una gran profundidad.

Según señala Valdizán, otra ventaja de la N-400 es que es solo humana, frente a las relacionadas con la memoria episódica, que también presentan los animales. Es decir, que no señala experiencias, sino conceptos.

La prueba aún tardará en aplicarse, ya que, según explica Valdizán, requiere una preparación específica, "un estudio profundo del caso" para decidir qué y cómo hay que preguntar, y un análisis del perfil del paciente, cuyo cerebro también será "cartografiado" para comprobar que todo funciona como debe y la prueba es practicable. Esto lo está llevando a cabo la doctora Andreu, mientras la Guardia Civil rescata las fotos de archivo de la investigación. Después habrá que determinar qué fotos y frases se muestran, y con qué intervalo.

Con la combinación de ambas pruebas --también le harán la P-300--, los investigadores confían en que, aún en un personaje aparentemente "más complejo", como un terrorista con una mente "disciplinada" acostumbrada a vivir "en riesgo", puedan hallar nuevas pistas para hallar, casi 20 años después, los restos del empresario zaragozano.