Aragón se ha convertido en un referente dentro del sector papelero, siendo la comunidad que más papel produce de toda España. Las empresas ubicadas en la región aprovecharon la época de crisis para afianzar un liderazgo que no ha dejado de crecer en los últimos años. Actualmente, Aragón elabora el 36% del papel que se produce en España, cuando en el 2009 esta cuota se situaba en el 30%. En concreto, las compañías aragonesas fabrican 2,2 de los 6,1 millones de toneladas que comercializa el sector en el conjunto del país. Todo un mérito teniendo en cuenta que la comunidad alberga ocho factorías, por las 24 de Cataluña o las diez del País Vasco (ver gráfico).

Son precisamente estos territorios, que históricamente han tenido un gran peso dentro de la actividad, los que han ido perdiendo fuelle en beneficio de otras comunidades como Aragón. «En apenas una década se ha convertido en la región más puntera a nivel nacional», destaca el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), Carlos Reinoso, que indica que la comunidad ha copado buena parte de las inversiones del sector en los últimos años. «Las empresas han encontrado ahí las condiciones adecuadas y eso ha sido clave para su posicionamiento», subraya.

UN GOTEO DE MILLONES

Echando la vista atrás, casi todas las fábricas aragonesas han ampliado su capacidad productiva en los últimos años. Saica invirtió el año pasado en El Burgo de Ebro 146 millones de euros, la mayoría para construir una nueva máquina que le ha permitido entrar en el mercado del estucado y crear 40 puestos de trabajo; Tronchetti acaba de ampliar su planta en la misma localidad con una inversión de 125 millones; Europac (ahora DS Smith) instaló el año pasado una nueva línea de producción en Alcolea de Cinca y Goma Camps también ha incrementado su capacidad en Ejea de los Caballeros.

Todas estas cifras demuestran el músculo del sector en la comunidad, una industria que ha apostado claramente por modernizarse. De hecho, Reinoso destaca que en los últimos cuatro años el sector nacional ha invertido en sus plantas cerca de 1.400 millones de euros.

La disponibilidad de suelo industrial a precios competitivos, la garantía en el suministro de agua y la ubicación estratégica han impulsado también la posición de liderazgo de Aragón, indican otras fuentes del sector.

Todo ello permitió que las factorías de la comunidad no sufrieran grandes desplomes en unos años «complicados» para la actividad (desde el 2008 en España se han cerrado 16 fábricas, la mayoría en Cataluña y País Vasco). Algo que ha sido fundamental para el mercado de trabajo, ya que la industria papelera genera en la comunidad unos 2.000 empleos directos.

«Nuestro sector es un buen termómetro de la economía y este año estamos notando la desaceleración, aunque no sabemos cómo evolucionará la situación a corto plazo», indica Reinoso, que destaca la «fortaleza» de la industria y su clara apuesta por dirigirse hacia productos «con más potencial de crecimiento». «Los envases y embalajes por el e-commerce y la capacidad del cartón para sustituir al plástico van a tener mucho recorrido», apunta el director de Aspapel.

EL 50% EN EL EXTERIOR

Así lo indican los datos de producción de los últimos años. En el 2018, por ejemplo, el papel para prensa e impresión anotó una caída interanual del 16%, mientras que el utilizado para envases y embalajes subió un 6%.

Durante los años más duros de la crisis, la industria también logró capear la situación gracias al mercado exterior, que actualmente se lleva el 50% de la producción nacional.

Esa apuesta también ha permitido mantener las plantillas. En el 2008, el sector empleaba en España a 17.850 personas, en el 2012 rondaba las 17.150 y actualmente emplea de forma directa a 16.595, un descenso muy inferior al de otras industrias.