Las carreteras aragonesas vivirán del 3 al 5 de julio la primera operación salida del verano, que se inicia bajo el signo del coronavirus, en especial en las cuatro comarcas orientales en fase 2, y con un descenso del tráfico en torno a un 20% respecto al año pasado, según datos facilitados ayer por la Dirección General de Tráfico (DGT).

Las carreteras que registrarán mayor circulación serán las de acceso al Pirineo, en particular la A-23, y las que se dirigen a la costa mediterránea, como la AP-2 y la autovía mudéjar. En este sentido, responsables de tráfico señalaron que se espera que el primer fin de semana de julio sea muy similar al de otras salidas no estivales, dado que se producirán muchos desplazamientos de ida y vuelta, ya que la primera quincena del mes es muy bajo el número de aragoneses que se toman vacaciones.

En cuanto a las comarcas orientales donde la aparición de contagios de covid-19 ha obligado a retomar medidas de prevención, fuentes de la Guardia Civil señalaron que sus efectivos en la zona vigilan el cumplimiento de las medidas de prevención de la fase 2.

Viajes cortos

El pasado verano, 20 personas murieron en las carreteras aragonesas, una cifra que se mantiene dentro de la tónica de los últimos años, con una tendencia al estancamiento tras sucesivos descensos. El tráfico se ha ido recuperando progresivamente en Aragón desde el levantamiento del estado de alarma.

El arranque de las campañas de seguridad vial, que ayer fue presentado en Madrid por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se verá afectado por una serie de factores. Entre ellos, la situación actual, que condiciona los desplazamientos por la prevención ante el coronavirus.

Asimismo predominarán las salidas de fin de semana o de corta duración y aumentarán los desplazamientos en los accesos a grandes núcleos urbanos en busca de actividades de ocio en las inmediaciones de las ciudades, es decir, viajes de ida y vuelta en el día a lugares próximos a las ciudades. Curiosamente, hay un 20% menos de solicitudes de celebración de pruebas deportivas durante el verano, por lo que las afecciones a la circulación en carretera se reducen.

Con todas estas circunstancias, a finales de julio se podrán dar a conocer una serie de datos que permitirán tener una idea más aproximada del comportamiento del tráfico en este nuevo escenario de normalidad.

De hecho, se teme que el impacto económico de la crisis sanitaria se traduzca en un descenso del número de vehículos en las carreteras.