A ragón se encuentra desde el pasado 1 de junio en periodo de máxima alerta en la prevención y lucha contra los incendios forestales. Un adelanto de 15 días de la fase III del programa debido a la escasez de precipitaciones en Teruel y el sistema Ibérico y el aumento de las temperaturas (hasta tres grados por encima de la media).

Máximo riesgo y mismos medios materiales y humanos porque, según aseguró el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, "no se ha recortado nada en absoluto, la partida (13 millones de euros) se está manteniendo contra viento y marea porque esta materia tiene una prioridad absoluta para el Ejecutivo". En relación a las críticas de los trabajadores de Sarga por el recorte de jornadas, Lobón reconoció no poder incrementar el operativo "por razones presupuestarias, pero no por falta de ganas". Cuando la situación económica cambie, podremos mejorarlas".

El contingente consta de 1.255 efectivos, 9 aeronaves y 8 helicópteros. En total son 70 cuadrillas (62 terrestres y 8 helitransportadas) que ocupan a alrededor de 560 personas, 39 vehículos autobombas para los que se destinan 75 operarios (10 en Huesca, 10 en Zaragoza y 19 en Teruel) y 80 puestos fijos de vigilancia (24 en Huesca, 20 en Zaragoza y 36 en Teruel). El helicóptero Kamov, la BRIF helitransportada de Daroca y los aviones anfibios completan el dispositivo.