En medio de la tormenta política que se vive en Madrid a cuenta de la «armonización fiscal» que defiende el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos tras su pacto con Esquerra Republicana de Cataluña y que ha intensificado la tensión con la Comunidad de Madrid, a quienes los catalanes acusan de dumping fiscal, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, fue recibida ayer por el presidente aragonés, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, en una parada técnica a su regreso desde Cataluña.

Una visita institucional poco habitual, ya que era la primera vez que un presidente de la Comunidad de Madrid visitaba la sede del Gobierno de Aragón y también una de las pocas veces que un presidente autonómico llegaba al Ayuntamiento de Zaragoza. Díaz Ayuso aprovechó el tiempo en la parada de su trayecto en el AVE y se reunió también con el presidente de los populares aragoneses, Luis María Beamonte, e insistió en su discurso de que «todos deberían bajar los impuestos» y que, de hacer la armonización, debería ser «a la baja».

Fuentes del Gobierno de Aragón expresaron que el Ejecutivo «mantiene su posición a favor de la armonización fiscal pero es una decisión que se debe tomar en el consejo de política fiscal y financiera con el acuerdo de todas las comunidades». La presidenta Díaz Ayuso aseguró ayer ante los medios en una comparecencia con solo dos preguntas antes del regreso al AVE, que el debate sobre la armonización fiscal «lo están inventando algunas autonomías socialistas y sobre todo los independentistas, para crear agravio contra Madrid para tapar su mala gestión». En la reunión con Lambán, aseguraron fuentes oficiales, no se habló del debate abierto sobre la fiscalidad.

Sin embargo, el encuentro llegó en un momento comprometido para Moncloa, pero el líder socialista celebró la cita, prevista prevista desde hace tiempo. Una reunión y almuerzo que levantó las críticas de Izquierda Unida. Su portavoz, Álvaro Sanz, afirmó que «Lambán nunca debió prestarse a una cita inexplicable que solo ha servido para alimentar la estrategia de acoso y derribo de la derecha contra el Gobierno de coalición. Por supuesto que es imprescindible la armonización fiscal. La competición entre comunidades, y las rebajas salvajes a los tramos más altos de las rentas o del patrimonio como se ha hecho en Madrid, nos ha llevado a la regresión fiscal, haciendo que los más ricos paguen menos, con la consiguiente pérdida de recursos para garantizar unos servicios públicos de calidad para todos».

La opinión del cuatripartito

En el seno del cuatripartito, aun con matices, reina una cierta postura homogénea a favor de la armonización y, sobre todo, de lograr una mejor financiación para Aragón. Desde CHA, su presidente Joaquín Palacín recordó que el debate tiene una doble vertiente «ideológica y territorial». «Ideológica porque la derecha solo pretende bajar impuestos con lo que es imposible mantener el sistema público, y territorial porque esta política fiscal de Ayuso ha provocado que Madrid aglutine el 44% de la fuga de empresas de Aragón desde el 2015».

En la misma línea, desde Podemos aseguraron que la comunidad «es y ha sido víctima de desequilibrios territoriales que tienen su origen en políticas egoístas como el dumping fiscal que practica Madrid» y alertan del riesgo de «bajar los impuestos solo a los más ricos».

También el secretario de Organización del PSOE, Darío Villagrasa, se mostró a favor de la armonización fiscal. «Apostamos por un modelo territorial solidario, vertebrador, que reconozca todas la realidades, también las de la España rural e interior. Estableciendo una horquilla con un tipo máximo y mínimo, no se cuestiona la autonomía y se puede empezar a generar un camino de futuro común», manifestó.

Precisamente el portavoz del PAR en las Cortes, Jesús Guerrero, manifestó su «respeto por las decisiones que toma cada autonomía», aunque reclamó que el sistema de financiación tenga en cuenta «no solo criterios de población como también el de la dispersión o el coste de los servicios», lo que daría a Aragón «muchas más oportunidades».

Unidad con la postura nacional en PP, Ciudadanos y Vox

Los grupos de derecha y centro derecha con representación en las Cortes de Aragón se mostraron favorables a las tesis que defienden estos mismos partidos a escala nacional. Es decir, desde el Partido Popular, reforzaron el discurso de Díaz Ayuso. Incluso el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, anunció que la ciudad podría sumarse a esa política de bajada de impuestos y animó a las empresas que quieran salir de Cataluña, a quedarse en Zaragoza.

Desde Ciudadanos, manifestaron que "es vergonzoso y ridículo que ERC quiera mantener los chiringuitos independentistas en Cataluña y a la vez subir los impuestos en Madrid". Y recuerdan que la formación naranja le pidió a Sánchez que tenía que elegir entre unos socios y otros, y subrayan que "una de las líneas naranjas que teníamos en Aragón para poder apoyar los presupuestos del Gobierno era la no subida de impuestos; y en los presupuestos de 2021 en Aragón no hay subida de impuestos".

Desde Vox se limitaron a recordar las palabras de Ortega Smith, afirmando que "todos los españoles deberíamos ser iguales y tener los mismos derechos y obligaciones, y por tanto, una misma política fiscal bajando todos los impuestos".