El caos producido por la borrasca Filomena en la práctica totalidad de la provincia de Teruel lleva camino de extenderse al resto de la comunidad. Desde que comenzara a nevar en la capital zaragozana sobre las 22.00 horas el resto de comarcas han recibido el azote del frío y las acumulaciones de nieve. Las principales vías de la red carretera están afectadas o en alerta, centenares de camiones permanecen embolsados y la circulación ferroviaria se ha suspendido hasta nuevo aviso. Mientras, los quitanieves y los dispositivos de emergencia tratan de minimizar los daños materiales que debido a la menor violencia de las precipitaciones podrían ser inferiores a los provocados por Gloria hace solo un año.

La borrasca podría dejar al menos 15 centímetros en la capital aragonesa, una situación que ya se ha producido en localidades como Calatayud al tiempo que evoluciona hacia la provincia de Huesca. El responsable de la Agencia Estatal de Meteorlogía (Aemet), Rafael Requena, señala que las previsiones auguran una nevada persistente hasta el final de la jornada. Con todo, solo se producirán precipitaciones de entre 30 y 40 litros frente a los más de 200 que se recogieron el pasado año en la comarca del Bajo Aragón.

«Habrá incidencias menos importantes, pero generalizadas», remarcó el jefe del servicio de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero y por eso aconsejó no salir de casa, «salvo que sea totalmente imprescindible» y no utilizar el coche para desplazamientos. En los hogares, sobre todo en la zonas rurales, se pide mantener una buena calefacción y hacer acopio de alimentos y de medicación en caso de que esta última se necesite de manera continua por lo que pueda pasar.

Las recomendaciones ante esta meteorología adversa buscan minimizar las afecciones, sobre todo cuando en las carreteras A-2 o A-23 ya se estaban embolsando camiones en algunos puntos para evitar su circulación. El Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón destacó que se han incrementado los medios para evitar accidentes mientras ayer ya había un centenar de vías afectadas.

El consejero del ramo, José Luis Soro, señaló que se han aumentado los medios «para atender las zonas en las que generalmente no nieva, pero que pueden presentar problemas en los próximos días, unos medios que se suman a los habituales para la vialidad invernal». Es lo que está pasando en amplias zonas de Andorra o del Bajo Cinca, poco acostumbradas a este fenómeno meteorológico.

El refuerzo se está centrando, según confirman en las diputaciones provinciales, en medios materiales, como el aumento de quitanieves y fundentes, y también en personal disponible, tanto conductores, como personal en los parques de maquinaria que se incorporan de guardia, centrando las labores en actuar de manera preventiva.

CON CADENAS / La zona turolense fue la primera en necesitar una intervención especial. Al menos trece colegios permanecieron cerrados y la circulación de los trenes entre la línea de Zaragoza y Valencia tuvo que ser suspendida a media tarde. Durante toda la jornada no dejó de nevar en buena parte de la provincia y en prácticamente todas las carreteras estuvo limitada (y seguirá así todo el día de hoy) la circulación de buses y camiones, siendo obligatorias las cadenas en muchos puntos. Se trató de una situación generalizada en todas las comarcas turolenses, incluidas también las de cotas más bajas, en el Bajo Aragón y el Matarraña, donde las nevadas fueron copiosas.

Con todo, desde el servicio de Vías y Obras de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) celebraron que no se produjeron incidencias reseñables. Y con la vista puesta en lo que pueda pasar durante la jornada de este sábado ya se está trabajando para atender los sectores de la provincia de Zaragoza de manera que se pueda contar con más maquinaria disponible para atender las necesidades extraordinarias. En concreto, se ha aumentado el equipo de guardias en toda la provincial y la disponibilidad de medios materiales con un camión quitanieves en la zona de Caspe, una pala frontal en Daroca, y cinco máquinas disponibles en función de las necesidades.

Por su parte, los bomberos de la DPZ están repartiendo más de 50 toneladas de sal por las carreteras de la provincia. Las labores de esta mañana se han centrado principalmente en la Ibérica zaragozana, además de las Cinco Villas, la Ribera del Ebro y la zona del Moncayo. Y en el Altoaragón, se han reforzado los parques de Barbastro y Huesca con dos equipos para atender Monegros, Cinca Medio, Bajo Cinca, Litera, Somontano de Barbastro y Hoya de Huesca, zonas en las que no suele caer nieve. En la zona de Jacetania, también se cuenta con un equipo más de máquina y conductor.

FIN DE SEMANA / El consejero Soro detalló, en previsión de que la situación se complique durante el fin de semana, que también se ha planificado la reorganización de los efectivos «para derivar maquinaria de un lugar a otro en función de las necesidades». Como ejemplo, en el momento en el que se corte una carretera por riesgo de aludes, se podrá reforzar la limpieza de otras zonas con esa maquinaria. Algo que ya se ha producido en el entorno del valle de Benasque.

De hecho, en el puerto del Monrepós, uno de los más transitados de la provincia, es necesario circular con ruedas de invierno y no con cadenas, según explicó la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar.

Desde la Aemet celebran la capacidad de previsión que se ha tenido con la llegada de este frente frío y recomiendan mantener todas las precauciones activas. Va para largo. Filomena y su interacción con la masa de aire fría que ya estaba sobre la península mantendrá los termómetros muchos grados bajo cero, como ya ha sucedido en los valles de Hecho, Benasque y Sabiñánigo, con mínimas por debajo de los trece grados.