A 36 por hora. No es la velocidamáxima de ninguna carretera aragonesa, sino el ritmo de sanciones de tráfico alcanzado el año pasado en Aragón. La comunidad batió su récord de multas, con 316.744; un 8% más que las impuestas en el 2016, cerca de 292.000, lo que ya constituyó una plusmarca sancionadora.

Así figura en el balance anual de la Dirección General de Tráfico, que consolida lo que ya apuntaban los datos hasta octubre. Estos también indicaban que, pese al aumento de sanciones, la recaudación era menor, bien por ser infracciones más leves o bien por tratarse de cuestiones de transporte, que van para las arcas autonómicas, no de Interior. En cualquier caso, el balance de ingresos no está publicado, por lo que no se sabe si, efectivamente, se recaudó menos.

En lo que sí se conoce, las sanciones, estas aumentaron en Teruel (donde alcanzaron las 61.027, 11.000 más que en el 2016) y en Huesca, donde fueron 112.820. En Zaragoza se redujeron aunque siguió siendo la provincia líder, con 142.897 partes de infracción cursados.

Precisamente la semana pasada se hacían públicas las cifras consolidadas de muertes en carretera, en la que Aragón veía incrementada la cifra por tercer año consecutivo, y alcanzaba las 80. Las tendencias paralelas parecen confirmar que la vía coercitiva no acaba de funcionar en la reducción de la siniestralidad.