La cuenta atrás para subirse al tren del coche eléctrico ha comenzado. El reciente anuncio del Gobierno para construir una planta de baterías (junto a Seat, el Grupo Volkswagen e Iberdrola), que Aragón aspira a acoger en su territorio, parece que está desatascando la mala posición de partida de nuestro país en materia de electrificación. A la espera de cuál sea el destino final de esa importante instalación, la comunidad trata de posicionarse en esta carrera con la fábrica de Stellantis (unión de los grupos PSA y FCA) de Figueruelas, que opta a los fondos europeos de reconstrucción con un proyecto tractor de 230 millones de euros con el que pretende abordar su transformación hacia la electromovilidad.

La planta aragonesa fabrica ya desde hace un año un coche de batería, el Corsa-e, el primero enteramente eléctrico de todos los que se producen en España. Pero la apuesta de Stellantis por este segmento de vehículos verdes va mucho más allá con esta iniciativa, que fue anunciada el pasado mes de noviembre por el presidente Javier Lambán, con motivo de una visita de la ministra de Industria, Reyes Maroto, que vino a Zaragoza a presidir una reunión de la Mesa Nacional de la Movilidad, que tiene su sede en la capital aragonesa. El proyecto está tutelado por la DGA y aspira a convertir a Figueruelas en una planta referente en la fabricación de coches eléctricos tanto pequeños como de gama más alta.

Esta gran inversión deberá concretarse, pero Aragón no se encuentra en una mala posición en el terreno del coche eléctrico. Hay que tener en cuenta que en Zaragoza se fabrica uno de los siete únicos vehículos puros de este tipo que se hacen en toda España en el 2021. Pese a que las baterías se ensamblan en algunas de las fábricas, su procedencia es exterior.

Escaso bagaje

Los otros seis coches 100% eléctricos se ensamblan en tres plantas. En la de Stellantis en Vigo se producen el Peugeot 2008, el Peugeot Partner y el Citroën Berlingo; y en la factoría del mismo grupo en Madrid, el Citroën C4. Mercedes-Benz hace en Vitoria la furgoneta Clase V, mientras que en Nissan Barcelona dio hace poco sus últimos coletazos a la eNV200 por lo que se cae de la ecuación.

Se tara de un escaso bagaje para promover un mercado 100% eléctrico que a día de hoy solo representa el 1,5% del volumen de matriculaciones en España. En Europa es del 10,5%. Un abismo. Lo cierto es que en nuestro país se fabrican más híbridos y microhíbridos que eléctricos. Por ejemplo, Renault produce en Valladolid las versiones híbridas y enchufables del Captur y el Megane;_y Ford hace lo propio en Valencia con el Kuga y el Mondeo.

La apuesta de Seat

El Grupo Volkswagen ha propuesto esta semana que Seat desarrolle en España una plataforma pequeña para un vehículo 100% eléctrico. Este salto sería relativamente sencillo para la marca española porque las inversiones de 5.000 millones de euros anunciadas en julio pasado ya van en ese sentido. De hecho, dispone en su planta de Martorell (Barcelona) de un centro de formación para empleados específico en temas de electrificación y de un centro de test de baterías, por lo que la implementación de una nueva plataforma eléctrica es terreno conocido para los trabajadores.

Este anuncio se sumó al de la planta de baterías, con la que el consorcio alemán plantea ir más allá de su propio negocio. Conscientes de que esa inversión institucional es imprescindible, proponen abrir la producción y distribución a otros fabricantes: «Esta factoría debería prestar servicio a toda la industria, no solo para el consorcio de Seat, no en exclusiva, sino que debería servir para todos los fabricantes de coches», según reconoce Wayne Griffiths, presidente de Seat.

En cuanto a la ubicación de esta fábrica, Lambán reiteró ayer que la comunidad «mantiene todas las opciones» para albergarla, según le han asegurado desde el Gobierno central. «Nos sorprendió desagradablemente la noticia», dada a conocer el viernes, reconoció, aunque ese misma tarde «la propia ministra me llamó para aclarar que no había una decisión tomada respecto al lugar definitivo.

En este sentido, destacó que el Gobierno de España está planteando con «mucho acierto» que el primero de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) esté relacionado con el coche eléctrico. «Me parece una decisión acertada del presidente Sánchez, pero he de decir que a partir de ese momento Aragón puede presentar méritos, trayectoria y títulos suficientes como para que esa fábrica de baterías se ubique aquí», recalcó.

Este proyecto será clave para intentar que el mercado del coche eléctrico crezca en España y con ello aumente la infraestructura de recarga y la consideración de la movilidad eléctrica como solución por parte de los ciudadanos.