Que la Olimpiada Matemática es casi ya una tradición en la educación Secundaria de Aragón resulta evidente. Se celebra desde hace dos décadas y mueve a miles de alumnos. Sin embargo, no ha sido así en el tramo de Primaria. Por ello, este año será la primera vez que el certamen ponga prueba a los alumnos aragoneses de 11 y 12 años.

La olimpiada ya ha cerrado la fecha de inscripción de los colegios y su éxito ha sorprendido a los propios organizadores, la Sociedad Aragonesa de Profesores de Matemáticas Pedro Sánchez Ciruelo. De esta manera, y como explica Alejandro Beltrán, uno de los maestros encargados de la organización, se han apuntado más de 60 centros, frente a los 20 que estimaban al principio. Teniendo en cuenta que cada colegio podrá aportar tres estudiantes, podrían rozar los dos centenares de participantes.

Precisamente, el lunes comienza el periodo de inscripción de los alumnos, que designará cada colegio. Los maestros buscarán a sus candidatos en las aulas de sexto de Primaria, pero también en la de quinto, si consideran que pueden hacerlo. Así, tras desarrollar en clase los problemas que proponen desde la organización, saldrán finalmente los elegidos para la prueba final, que será el 14 de marzo y se celebrará de manera simultánea en cada una de las sedes de las tres provincias aragonesas.

En ella se decidirá, además, qué estudiantes acudirán representando a Aragón a la Olimpiada Nacional de Primaria, que este año cumplirá su tercera edición. En cuanto al contenido, este maestro relata que, en principio, tendrá siete tipos de problemas, entre los que se incluirán algunos para resolver con calculadora, otros de tipo geométrico (aunque especifica que no serán los «clásicos» de calcular el área), secuencias lógicas e incluso se plantean incluir una prueba en la que propongan algunas operaciones para que los estudiantes se inventen un problema con ellas.

«Lo que no se ve, no existe. Si no se ve que las matemáticas tienen premio, tienen un aliciente, un cierto reconocimiento, parece que es algo que lo das en el colegio y ya no sirve para más», afirma Beltrán sobre este certamen que, de momento, cuenta con el apoyo de la firma Casio. Pero este maestro de Primaria no solo ve un incentivo para los alumnos, sino también para los docentes. «Hacer este tipo de actividades implica que el profesorado va a trabajar de una manera distinta por adaptarse a la olimpiada, es una pequeña mancha de aceite para buscar nuevas maneras de trabajar, lo que llevará a que haya más niños que les gusten las mates porque se enseñan mejor», concluye.

LOS PROTAGONISTAS

ADRIÁN. Adrián es alumno de 11 años que va a sexto de Primaria en el colegio Andrés Oliván, de San Juan de Mozarrifar y tiene bastante definidas sus preferencias: le gustaría ser informático y dedicarse a la programación. Pero, además, subraya que «desde siempre» le han gustado las matemáticas. «Lo que más me gustan son las operaciones con decimales», añade este joven estudiante que ve como un objetivo apetecible presentarse a la primera olimpiada matemática de Aragón. De momento, lleva buen camino, ya que es un alumno con buenas calificaciones en esta materia.

ENEKO. Eneko es otro estudiante de Primaria del colegio Andrés Olivan que mira con buenos ojos a la materia de los números. En concreto, le gustan «mucho» la resolución de problemas» y «las fracciones». Así, relata que las matemáticas se le han dado bien «desde siempre». «Yo veo que sí», dice con cierta vergüenza. Como su compañero Adrián, también le gustaría «mucho» participar en la olimpiada. Y, aunque no lo tiene tan claro como Adrián, sí que querría dedicarse a algo relacionado con las matemáticas en el futuro. «Aunque de momento no sé a qué», precisa.

VÍCTOR. Víctor, otro estudiante del colegio Andrés Oliván, tiene muy claro lo que piensa acerca de la olimpiada matemática: «Me parece una buenísima idea, me encanta», asevera. Por ello, no duda en afirmar que se ve participando y que le encantaría ganar. «Las matemáticas siempre han sido mi asignatura favorita y lo sigue siendo», relata sobre esta materia a la que le gustaría seguir vinculado en su futuro profesional. De momento, con lo que más disfruta a la hora de abordar la asignatura es las operaciones con ceros, «algunos problemas de cálculo y que haya que pensar», remata.