La educación, la sanidad y los servicios sociales son tres puntales del Estado del bienestar que gestionan las comunidades autónomas y que son fundamentales para afrontar la crisis del coronavirus. Y son tres puntales cuya sostenibilidad implica el mayor esfuerzo público año tras año. Ahora, con la recesión asociada a la pandemia del coronavirus, su financiación encuentra en la cuerda floja. En Aragón, el agujero provocado por el covid-19 está entre los 1.000 o los 1.200 millones de euros, según cifró ayer el presidente del Ejecutivo, Javier Lambán. Una cantidad enorme que supone aproximadamente el 20% del presupuesto actual.

No es la primera vez que se alza la voz en este sentido. El dirigente socialista encabezó el pasado jueves un acto conjunto con motivo del primer año del cuatripartito. Allí reconoció que a pesar de la brutal caída de ingresos que se afronta en esta recesión tras el estado de alarma están dispuestos a redactar unas nuevas cuentas públicas «en tiempo y forma» para el próximo año. Algo que será imposible ni no se cumplen al menos dos condiciones que ayer le expuso a Pedro Sánchez. Es necesaria una relajación del objetivo de déficit que eleve el 0,2% actual a un 2 o un 2,5%. «Si siempre ha sido necesario un presupuesto solvente en materia de servicios sociales el próximo año aún lo será mas», acentuó. De forma paralela reclamó 32.000 millones en otro «fondo extraordinario» para garantizar la igualdad de oportunidades.

Las cifras son elevadas, pero plausibles. Lambán recordó que la UE ya ha mostrado su intención de ser generosa en cuestiones de deuda como se evidenció en la cumbre celebrada en Bruselas para estudiar la estabilidad económica de los países miembros. Otras comunidades autónomas de las reunidas en Conferencia de Presidentes mostraron necesidades de endeudamiento similares.

REFORMA DEL SISTEMA / El coronavirus es una novedad. Los problemas de financiación autonómicos, no. Se está a la espera de una reforma profunda del sistema para evitar que se produzcan repartos injustos. En la actualidad, ambos problemas se mezclan. Lambán lanzó la vista atrás y evidenció que el fondo estatal contra el covid-19 (con un montante total de 16.000 millones) solo ha sido un pequeño apósito en una herida que no deja de crecer. Con la situación de rebrote a la que se enfrenta el departamento de Sanidad la partida a ingresar hubiera sido mucho mayor.

El regreso a la fase dos de parte de la comunidad ha sido un mazado para el sector de la hostelería y el turismo, algo que se tendría que compensar con medidas adicionales en forma de ertes, créditos o subvenciones. Otro de los fondos que se han activado en las últimas semanas es el que proviene de Europa. A España le corresponden 140.000 millones y se ha propuesto una gestión conjunta entre las comunidades. Lambán felicitó a Sánchez por el éxito logrado en la negociación en Bruselas, pero evidenció que la cuantía «no» va a solucionar los problemas presupuestarios que expuso en su intervención. Además, ve necesario que se aclare el mecanismo de reparto. «El dinero debe dirigirse a la economía productiva, por eso es necesaria más precisión en el modelo de cogobernanza de este paquete», aseguró.