El Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), primero de este tipo en la comunidad, comenzará a funcionar a principios del próximo año con casi 300 investigadores y con el objetivo de potenciar el sector, favorecer su competitividad e incrementar la captación de fondos, sobre todo europeos.

El primer paso para la constitución de este centro mixto, del Gobierno de Aragón y de la Universidad de Zaragoza, se ha dado hoy con la firma de un convenio entre el rector, Manuel López, y el director gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), José Vicente Lacasa, organismo público del Ejecutivo autonómico.

Un nuevo instituto que no exigirá inversiones para su funcionamiento, ya que no dispondrá de un único edificio, aunque tendrá una sede física para su dirección, ha señalado López en una rueda de prensa en la que ha intervenido, entre otros, el consejero aragonés de Industria e Innovación, Arturo Aliaga.

Según el rector, el objetivo es agregar en un único organismo "lo mejor de la investigación agroalimentaria pública de Aragón".

Hasta el momento, se han adherido 154 investigadores permanentes y 92 no permanentes, pertenecientes a 30 grupos de investigación reconocidos por el Gobierno de Aragón, del CITA y de ocho centros de la Universidad de Zaragoza.

Además, también se unirán seis grupos de la Estación Experimental de Aula Dei del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que integran a 36 investigadores, bajo la figura de personal asociado.

Se trata de favorecer la agrupación de equipos de investigación, para conseguir una "masa crítica" y capacidad de "liderazgo" internacional, especialmente para captar más fondos de proyectos europeos, ha informado el presidente de la comisión que ha propuesto su creación, Rafael Pagán, catedrático de Tecnología de los Alimentos.

En definitiva, ha explicado Pagán, su finalidad es impulsar el sector agroalimentario, favorecer su competitividad y compartir recursos, medios, personal, infraestructuras e ideas.

Ha agregado que, durante los últimos dos años, los grupos de investigación adheridos al IA2 han publicado más de 500 artículos en revistas internacionales, formado a 50 doctores y firmado más de 250 contratos con empresas, que junto a la captación de fondos en convocatorias públicas (regionales, nacionales y europeas), supone una media de siete millones de euros de ingresos al año.

De este dinero, un millón procede de la Comunidad Autónoma, dos millones de proyectos nacionales, otros dos y medio de las empresas y uno de fondos europeos, que son los que se pretenden duplicar o triplicar, ha afirmado Pagán.

Las áreas de trabajo abarcarán toda la cadena alimentaria, desde la producción de materias primas de origen vegetal y animal, su transformación industrial en alimentos atendiendo a criterios de calidad y seguridad alimentaria, la gastronomía, la nutrición, la salud y el consumo, teniendo en cuenta aspectos económicos, sociales y medioambientales.

En el trabajo previo para estudiar la viabilidad de esta iniciativa, una comisión integrada por cuatro miembros de la Universidad de Zaragoza y cuatro del CITA han elaborado una memoria en la que se han formulado 113 acciones específicas para llevar a cabo, en función de las oportunidades de financiación, ha explicado Pagán.

Por ejemplo, se desarrollarán nuevas tecnologías de procesado de alimentos, que sean más ventajosas, o se caracterizarán productos de la tierra con el objetivo de que tengan mayor calidad.

Las acciones se organizarán en cuatro departamentos, como son producción de materias primas de origen vegetal y de origen animal, economía agroalimentaria de los recursos naturales y ciencia y tecnología de los alimentos, que agrupará a la mayor parte de los investigadores, el 37 por ciento, ha señalado Pagán.

Para el director gerente del CITA, con este instituto se intenta dar "un paso más" en la optimización de la labor que desarrolla el centro que dirige, dado que el PIB agroalimentario de Aragón es del 4 por ciento, muy por encima de la media nacional, pero sin embargo la producción es menor.

Por ello, según Lacasa, con el IA2 se pretende aunar esfuerzos para incrementar el retorno económico de la investigación agroalimentaria que se realiza en la Comunidad aragonesa, favoreciendo su competitividad, con la finalidad de que se convierta en un centro de referencia tanto nacional como internacional.

Tras la firma de este convenio, la Universidad de Zaragoza continuará con la tramitación de la propuesta que será evaluada por la Comisión de Investigación, Consejo de Gobierno y Consejo Social de la institución académica, un trámite que está previsto finalice en diciembre.

Finalmente llegará al Ejecutivo de Aragón, que someterá la memoria a evaluación por parte de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA) y a su aprobación en Consejo de Gobierno, previsiblemente a primeros de 2015, ha informado Aliaga.

El consejero ha considerado que el IA2 es un proyecto "ambicioso" y ha dicho que el futuro del sector agroalimentario, la segunda industria de Aragón, con más de mil empresas, más de 13.000 empleos y unos 3.000 millones de euros de valor de su producción, informado de que podría estar aprobado a primeros de 2015.