Aragón contará en unas semanas con un mapa de titulaciones universitarias mediante el cual se pretende que los alumnos puedan elegir «con garantías» su futuro académico. La herramienta, que será un portal único de información, tiene como objetivo que los estudiantes que están ahora en 4º de ESO o Bachillerato puedan ver, con un margen de dos años, qué grados les interesaría cursar y, de esta manera, poder elegir también su itinerario en Bachillerato. Para ello, tanto la Universidad de Zaragoza como la San Jorge deberán informar sobre cuál va a ser su oferta académica con cierto margen para que los estudiantes puedan valorar a dos años vista de su inicio de la carrera.

Según explicó la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento de la DGA, Maru Díaz, la intención es que esta novedosa aplicación ya muestre, en un corto periodo de tiempo, toda la oferta para el próximo curso de ambas universidad. En total, Aragón dispondrá de 73 grados, 72 másteres y 50 doctorados, así como ocho dobles grados y tres dobles másteres. Entre las novedades del campus público está el grado de Ingeniería de Datos, en la Politécnica de La Almunia, así como los dobles en Ingeniería Informática y Administración y Dirección de Empresas, y Química e Ingeniería Química. Además, hay autorizados ya 11 nuevos másteres. Por su parte, la privada San Jorge quiere implantar los grados de Bioingeniería y de Biomedicina, pero ambos están pendientes de la autorización.

Si finalmente cuentan con el visto bueno, serán ya incluidos en el mapa de titulaciones. Además, este también podría acoger, en los próximos años, un renombre de algunas carreras «más tradicionales» que están registrando «una baja demanda» y que desde la DGA se quieren hacer «más atractivas», señaló la consejera. En este sentido, Díaz puso el ejemplo de Geología. «Tiene pocos estudiantes a pesar de que, socialmente, sí tienen mucha presencia. Es un grado con relación directa con el reto del cambio climático y sus política. Es de actualidad y está en la agenda social, pero quizás tengamos que repensar el nombre o los programas para que sea más llamativo y adecuado a las necesidades del mercado», señaló. Y añadió que esos grados «más clásicos», que quizás tienen poca aceptación, son necesarios porque la universidad «también forma personas y ayudar a desarrollar ese pensamiento crítico».

Por otro lado, la consecución de empleo cuando se termina la universidad es otro de los retos. «Tenemos que lograr una mayor inserción de los egresados», dijo Díaz. Para ellos, las universidades deberán elaborar planes de análisis y mejora de la inserción de sus alumnos, que serán objeto de seguimiento por parte del departamento. «Un informe nos dice que en Aragón hay una tasa de filiación del 76% a los cuatro años, lo que supone tres puntos más que la media nacional, por lo que es un buen punto de partida. Además, se insertan mejor las mujeres que los hombres», detalló

Las becas salario empezarán el próximo curso

Las conocidas como becas salario se pondrán en marcha en Aragón el próximo curso universitario después de que este, debido a la pandemia del covid, el proyecto no se haya podido materializar. De hecho, las ayudas previstas se han reconvertido en becas covid este curso, con el fin de llegar a esos alumnos que, por situaciones sobrevenidas de la crisis sanitarias, han visto sus aspiraciones académicas mermadas. Díaz se mostró convencida («si no pasa nada», dijo) de que estas becas se estrenen en septiembre con alumnos de primero de carrera.

«Sus beneficiarios serán los alumnos que empiecen la universidad y que, con una renta familiar con dificultades y expedientes académicos excelentes, tengan que trabajar para poder pagarse sus estudios. No queremos que esto pase», dijo Díaz. «Vamos a seleccionar a los mejores para decirles que no trabajen, sino que estudien gracias a esta ayuda. La excelencia en momentos de precariedad no se debe comprometer», detalló. La cuantía será de 950 euros al mes durante un periodo de 10 meses. En lo que respecta a este curso, 1.500 estudiantes del campus se han beneficiado de alguna de las ayudas (movilidad, Erasmus, másteres estratégicos y covid), lo que supone un coste de 2,7 millones.

En otro orden de cosas, Díaz precisó que las negociaciones con la Universidad de Zaragoza por el nuevo modelo de financiación «avanzan a buen ritmo», pero que todavía quedan meses de diálogo. «Nos marcamos como objetivo el verano y, por tanto, todavía tenemos margen para seguir hablando en la comisión mixta», dijo. Poco se sabe de la cantidad del acuerdo, pero el rector José Antonio Mayoral ha solicitado en numerosas ocasiones que se incrementara. El Director General de Universidades, Ramón Guirado, sí indicó que el modelo será «global y expansivo», por lo que puede preverse una subida

Díaz: «No comparto la idea de la San Jorge con la duplicidad»

Entre los objetivos que el Gobierno de Aragón se marca para los próximos cuatro años en relación a las universidades de la comunidad está el de «especializar» los campus. Es decir, que cada uno de estos espacios, ubicados en diferentes puntos de Aragón, tengan una «oferta diferenciada» de titulaciones que fomenta la movilidad de alumnos y, al mismo tiempo, «vertebren el territorio».

La idea el Ejecutivo autonómico está clara y la comparte la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, este planteamiento choca de lleno con la privada San Jorge, que en su estructura académica sigue añadiendo títulos que duplican los ya existentes en la comunidad. «Para mí no es buena idea lo que hace la San Jorge y no lo comparto. Lo dije ya cuando estaba en la oposición y lo reitero ahora como consejera, porque no es justo que una universidad cumpla con ese objetivo vertebrador y la otra no lo haga», dijo tajante la titular de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento de la DGA.

«Vertebrar es incompatible con duplicar, pero los tribunales determinan ya varias veces que las universidades se rigen por la lógica del mercado. Por tanto, no podemos hacer aquí una ordenación como en la enseñanza obligatoria, porque además las universidades tienen autonomía», explicó Díaz. La consejera aseguró que «en varias ocasiones» ha trasladado su opinión al respecto en reuniones con el ministerio, «y el ministro parece que quiere entrar a debatir», pero de momento no se ha abordado el tema de la duplicidad de titulaciones, que no solo ocurre en Aragón, sino en todo el país. «Mientras tanto no nos queda otra que coordinar en la medida de lo posible toda la oferta», añadió Díaz

La polémica viene de lejos, concretamente desde el 2016. Entonces, la DGA (con Pilar Alegría en la consejería de Universidad) impuso un veto a la duplicidad de titulaciones universitarias en Aragón con el fin de evitar que se pusieran en marcha grados o másteres que ya se estaban impartiendo en los campus públicos periféricos (Huesca, Teruel o La Almunia). El precedente lo había sentado la oferta de Magisterio en la San Jorge, lo que endureció todavía más la guerra que había por aquel entonces (antes del 2016) entre el Gobierno de Rudi y el campus público, con Manuel López al frente. Finalmente, en el 2019 el Constitucional anuló dicho veto del Ejecutivo autonómico, de tal manera que la San Jorge volvía a poder ofrecer estudios ya presentes en Aragón