Aragón afronta con cierta solvencia la desaceleración de la economía. Tanto es así, que la comunidad aspira a crear unos 15.000 empleos nuevos en el 2019 (500.000 en el conjunto de España), impulsada por el dinamismo de su economía que crecerá a un ritmo del 2,4% (2,3% a nivel nacional), según pronosticó ayer Ibercaja durante la presentación del número 67 de la revista Economía Aragonesa.

«El frente frío que azota a la economía mundial nos ha pillado abrigados», señaló el experto en análisis económico del banco aragonés, Santiago Martínez, que estuvo acompañado por el directos financiero de la entidad, Antonio Martínez. No obstante, el Producto Interior Bruto de Aragón (PIB) aumentará una décima menos de lo previsto en diciembre pasado, cuando Ibercaja cifró el crecimiento de la economía regional en el 2,5% para el 2019.

Si se cumplen estos vaticinios sería medio punto menos respecto al 2018, año que situó a Aragón como la autonomía que más creció, según las últimas estimaciones realizadas por distintos organismos (entre ellos la Airef). Esa inercia y un contexto relativamente favorable permitirá mantener el pulso del mercado laboral. «Esperamos que el empleo aumente entre el 2% y el 2,5%», según estimó Martínez.

De esta forma, Aragón podría cerrar el año por debajo de la rebajar la barrera de los 50.000 parados (el abril había 65.412 desempleados), según los datos del Ministerio de Trabajo.

«Desde algunos sectores se manifiesta el temor a que se están dando los primeros síntomas de agotamiento en el mercado laboral, aunque hemos observado mejoras en la tasa de actividad y los costes laborales no reflejan una situación estresada», se apunta en la revista Economía Aragonesa de Ibercaja.

CONTEXTO PROPICIO

La buena marcha de las exportaciones hablan de la competitividad de la economía aragonesa en el exterior. Las ventas de la comunidad al exterior cayeron el 0,9%, aunque las cifras están pendientes de revisión por una distorsión en las exportaciones de automóviles. Por países destacó el aumento de las exportaciones a China (+10%). Este factor, junto al buen comportamiento del sector industrial y de la inversión empresarial, han conseguido suavizar las turbulencias que el brexit, las guerras comerciales y el tropiezo de economías como la alemana y la italiana han originado en los últimos meses.

Además, la puesta en marcha de nuevos proyectos vinculados con el sector del automóvil, las energías renovables, la logística y la agroalimentación han propiciado que el comportamiento del PIB en Aragón sea «ligeramente más favorable» que en el conjunto de España, enfatizó Martínez.

Quizá uno de los puntos negativos, al margen de la incertidumbre en la escena internacional, es el escaso incremento de la productividad de la economía aragonesa. Pese a ello, el experto en análisis económico de Ibercaja subrayó que aunque el invierno ha llegado a la economía, en Aragón «estamos acostumbrados al cierzo».