Aragón cuenta con un nuevo Programa de Atención al Ictus (PAIA) 2019-2022 que incorpora los cambios que se han producido en los últimos años en la atención a los pacientes que sufren esta patología, actualiza el que se elaboró en el 2009, y pone un especial acento en la prevención, dado que el tabaco, una dieta deficiente y la inactividad física son la combinación de factores que impactan de forma más poderosa sobre el riesgo de ictus (74%), directamente o como causa de otros factores, especialmente la hipertensión.

El director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad; la responsable de la Estrategia de Ictus en Aragón, María Bestué; y el coordinador clínico de la misma y jefe de servicio de la Unidad de Ictus del Hospital Miguel Servet, Javier Marta, han presentado hoy el nuevo plan.

De este modo, su objetivo sigue siendo disminuir la incidencia y la morbimortalidad de los pacientes con ictus, pero, además, mejorar la atención y la coordinación de todos los actores que influyen en la atención del paciente durante su tránsito por el sistema sanitario, de una forma ágil y sin fragmentación, durante el proceso de la enfermedad y posteriormente en la fase de seguimiento. Y facilitando también las herramientas para el autocuidado y la participación del paciente y su entorno en todas las fases del proceso de atención.

De este modo, incluye diferentes subprocesos de atención que parten de las actuaciones previas a realizar en Atención Primaria para disminuir la incidencia de casos nuevos, dado que gran parte de la carga de enfermedad evitable debido a los estilos de vida se relaciona con el tabaquismo activo, inactividad física y consumo excesivo de sal, azúcar y alcohol, junto con los factores de riesgo cardiovasculares clásicos como la hipertensión, obesidad abdominal, diabetes mellitus, enfermedades del corazón y dislipemia.

También se incluyen actuaciones en la fase hiperaguda, aguda y subaguda, en la que se establecen las medidas implementadas para dar poder realizar los tratamientos de reperfusión del ictus (tratamientos para poder revertir la circulación en arterias cerebrales obstruidas por un trombo mediante la fibrinólisis y/o la trombectomía), en la fase hiperaguda. Aborda asimismo el manejo de los pacientes en unidades y áreas de ictus durante la fase aguda, así como el tratamiento posterior previo al alta del paciente durante la fase subaguda, estableciendo las actuaciones de rehabilitación consideradas con estándares de calidad en la atención al paciente. También se establecen los criterios para la atención al ictus en fase de cronicidad, que incluye tanto los aspectos para prevenir las recurrencias como los aspectos de rehabilitación y sociales recomendados.

De este modo, con este plan se materializa el compromiso del Departamento de Sanidad con un horizonte temporal hacia la mejora de una patología que supone la primera causa de mortalidad en Aragón de forma global y que afecta a unos 2.800 aragoneses cada año.

Cabe recordar que las medidas implantadas en Aragón tras la puerta en marcha del Plan Autonómico de Ictus en 2009 han supuesto un cambio en la atención a la enfermedad, que ha permitido mejorar los resultados en salud de la población. Partiendo de valores superiores a la media nacional, la mortalidad por enfermedad cerebrovascular en Aragón ha experimentado un claro descenso en los 10 últimos años, concretamente un 33% en hombres y un 38% en mujeres: de las casi 1.400 personas que fallecían por un ictus en el año 2008, se ha pasado a unas 1.000 en el año 2016.

TRATAMIENTOS

El Código Ictus está implantado en toda la comunidad y el tratamiento con fibrinolisis intravenosa se aplica en 8 hospitales de Aragón, lo que supone su administración en los 8 sectores sanitarios. El teleictus, implantado en los servicios de urgencias de cada sector sanitario, ha facilitado el acceso a un neurólogo 24 horas, para dar soporte a la toma de decisión del tratamiento de reperfusión más adecuado para cada paciente.

Hasta septiembre de 2016, el único disponible era la fibrinolisis (la disolución de un trombo con un medicamento aplicado vía intravenosa en las primeras cuatro horas y media después del ictus). La incorporación en septiembre en la Cartera de Servicios de Aragón del tratamiento endovascular (trombectomía) del ictus (que consiste en la extracción mecánica del trombo permitiendo la recanalización del vaso) para todos los pacientes de la comunidad ha supuesto la oportunidad de dar acceso al tratamiento a un mayor número de pacientes.

Se ha pasado así de 175 pacientes tratados con fibrinolisis en 2015 a 379 en 2017 (286 fibrinolisis intravenosa y 93 trombectomías). La cifra de de trombectomías, de hecho, sigue aumentando hasta llegar a las 126 del 2018 y la de fibrinólisis ha superado los 270 pacientes.

Además, uno de los objetivos más inmediatos es abrir el plazo de tiempo (ventana) en el que los pacientes pueden ser sometidos a una trombectomía, de las 6 horas actuales a 16 horas, lo que supondrá un aumento del número de pacientes que podrá beneficiarse de este tratamiento.