El Gobierno de Aragón está preparado para combatir "cualquier virus infeccioso". Esta es la valoración que hacen desde el Ejecutivo tras desactivar el protocolo sanitario al descartar de forma definitiva que el paciente guineano aislado desde el viernes en el hospital Royo Villanova de Zaragoza tenga el ébola. Los segundos análisis han confirmado que no había contraído el virus en su país, Guinea Conakry, tras pasar unos días de vacaciones. Ayer fue trasladado a planta para seguir el tratamiento contra la malaria.

Desde el Departamento de Sanidad hacen un análisis "positivo" del funcionamiento del protocolo de actuación "desde el minuto cero". Se activó el viernes pasado a las 18.50 horas al ingresar el guineano en las Urgencias del hospital Miguel Servet con los síntomas propios del ébola: fiebre, dolor de cabeza y de garganta. En un primer momento fue aislado en el box de triaje con un médico y una enfermera y a las 22 horas ya había sido trasladado al hospital Royo Villanova y se encontraba en la zona de aislamiento, como indica el protocolo a seguir para este tipo de situaciones.

Durante cinco días ha estado en marcha el protocolo sin haber sufrido ninguna incidencia. "Todas las medidas de seguridad se han implantado y el personal sanitario se ha involucrado", aseguraron desde Sanidad. Los médicos que han tratado al paciente han contado con todos los equipos necesarios para mantener su seguridad.

NORMATIVA El Centro de Coordina de alertas de Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad ya informó a las distintas consejerías autónomas en el mes de abril cómo se debía proceder ante un posible caso de ébola. Hasta nueve veces se ha activado en España y siempre con resultados negativos.

El paciente fue trasladado ayer a planta. "Ha pasado de tener un virus a tener un parásito", explicaron desde la consejería. Su familia --mujer y 4 hijos--, así como la enfermera que le trató en el centro médico Torre Ramona, controlados hasta ahora por los sanitarios, no han mostrado síntomas en ningún momento ni han tenido fiebre, por lo que tampoco tienen que seguir el alerta. De hecho, el guineano pude ver a su familia tras casi cinco días de aislamiento con quienes se había comunicado por teléfono móvil.

Por ahora se mantiene estable aunque sin grandes cambios ya que sigue con fiebre alta, propia de la malaria. Precisamente fueron los síntomas, muy similares, lo que generó la confusión.

Tanto el paludismo como el ébola comparten la fiebre alta, la cefalea y los dolores de garganta y musculares. Al haber estado el paciente en un país de riesgo recientemente --cinco días antes de acudir a Urgencias había vuelto a España-- se activó el protocolo ante la mínima sospecha de que pudiera padecer ébola. Fue en los primeros análisis cuando se conoció que tenía el parásito de la malaria.

Este se transmite a través de un mosquito. Es la única forma de contagio, motivo por el que el guineano ya ha dejado de estar aislado, al no existir riesgo alguno. No obstante, aunque el paciente hubiera dado positivo en ébola, desde Sanidad habían recalcado que las posibilidades de contagio eran mínimas ya que para poder transmitir la enfermedad tiene que existir contacto directo, razón por la que se controló a sus familiares.