Aragón tiene que estar preparada para recibir, en menos de 25 años, a cerca de 1,5 millones de inmigrantes. Es decir, una cifra mayor que la actual población residente en la comunidad". Así de contundente se mostró ayer el sociólogo Enrique Gastón en la inauguración del Congreso Internacional sobre Desarrollo social, rural y comarcal , que se celebra hasta mañana en Zaragoza, y del que es organizador. Gastón aseguró que "no se trata de plantear catastrofismos, sino de evitar problemas detectados con suficiente antelación". Y entre estos problemas mundiales citó la brecha que separa la riqueza de la pobreza entre naciones, así como entre lo rural y lo urbano.

"Las diferencias van a afectar, a partir del 2015, a unos movimientos migratorios cuya magnitud puede alcanzar a 1.500 millones de seres humanos, fundamentalmente de China e India. Pero también en Europa entrarán cerca de 300 millones de personas, de los que 1,5 lo harían en Aragón", afirmó ante alrededor de 400 investigadores y estudiosos de hasta 35 nacionalidades que participan en este encuentro, organizado por la Universidad de Zaragoza y el Instituto Europeo de Acción Social de Mercinelle (Bélgica).

"El futuro está en nuestras manos. Tenemos que reaprender a trabajar juntos, romper con la esperanza y unirnos con la voluntad ", añadió tras desglosar los datos de un estudio piloto realizado por 18 países para el Comité Científico no Militar de la OTAN, y dirigido por un grupo de la Universidad de Zaragoza.

ESTRATEGIAS EFICACES Los cambios tecnológicos de la agricultura, el desarrollo de las nuevas tecnologías, la informática y la comunicación marcarán una estrategia eficaz para el desarrollo rural. Al igual que el turismo o las políticas urbanísticas y económicas encaminadas a retener a la población joven y envejecida.

Pero el futuro pasa también por el compromiso de los distintos gobiernos y el cambio social de los propios vecinos, apostando por la convivencia y el respeto. "Para los jóvenes, el hecho de estar sometidos a constantes críticas y murmuraciones de los vecinos es una causa importante de su marcha", explicó Gastón.

"En el desarrollo rural es muy importante el respeto de las tradiciones, pero también no apartarse de la mundialización. Ahí están por ejemplo los transportes, necesarios para revitalizar los municipios, pero que, al mismo tiempo, pueden producir un aislamiento", añadió Bertrand Lordon, de la Universidad de Saint Etienne. "Cada municipio debe crear dinámicas propias a partir de sus condiciones particulares. Un valor simbólico que puede apoyarse en el turismo, agricultura, naturaleza o artesanía. Porque existe un futuro rural", aseguró Jean-Pierre Fanget.

Distintos ediles aragoneses participaron también en la jornada de inauguración. Juan Antonio Sánchez, presidente de la Comisión de Bienestar Social y Desarrollo de la DPZ, aseguró que "potenciar la provincia pasa por la mejora de la calidad de vida en los municipios, para que no sea sinónimo de abandono".

El alcalde de Andorra, Luis Angel Romero (IU), afirmó que "la despoblación nos está ganado y tenemos que ser capaces de políticas más creativas". Pascual Abós (PSOE), alcalde Utebo, opinó que "los pueblos no deben ser una reserva, sino sociedades que gusten a sus habitantes". Y el de La Almunia (PP), Victoriano Herraiz, concluyó que "el verdadero protagonista es el habitante", tras decir que la localidad ha aumentando en mil personas en un año por la inmigración y la universidad.