Los celos, la búsqueda de la media naranja o que el amor es solo cosa de dos son algunos de los mitos románticos que trata de desmontar la campaña “Amor propio”, una exposición de fotografías que empapelará las calles de Aragón con motivo de la celebración de San Valentín.

La iniciativa del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) busca visibilizar otras formas de amarse, así como alertar sobre las conductas machistas que se producen en el seno de las relaciones de pareja y que conducen a actos de violencia contra las mujeres.

“Los celos lo que ocultan es el sentimiento de posesión, que desencadena en la violencia de género más atroz”, ha explicado este jueves en rueda de prensa María Goikoetxea, la directora del IAM.

Las fotografías, que ocuparán 50 espacios públicos de la comunidad, han sido realizadas por la fotógrafa y documentalista Dune Solanot, que ha empleado como modelos a varias activistas de los movimientos feministas en una colección que tiene como hilo argumental el humor.

La imagen central de la campaña es el retrato de una mujer que sostiene con sus manos un ramo de flores en forma de corazón, con el que Solanot ha buscado subrayar la importancia de trabajar la “autoestima”, uno de los valores más importantes para “construir una relación sana”.

En la campaña, la fotógrafa también ha querido romper mitos como el de la búsqueda de la media naranja, una conducta que ha visibilizado a través de la instantánea de una mujer acostada sobre un montón de naranjas enteras.

“Sería mucho más sano pensar que somos seres completos, que compartimos con otros seres completos, liberándonos de la codependencia”, ha expresado la documentalista.

La presión social de las mujeres para encontrar una pareja y casarse también es de otra de las conductas que Solanot ha querido mostrar con una fotografía de un grupo de mujeres de mediana edad que sostiene la imagen de un santo para denunciar en tono sarcástico la frase popular: “Te vas a quedar para vestir santos”.

Además, Solanot ha querido reflejar en sus imágenes la existencia otras formas de amor, más allá del la pareja heterosexual, como el “amor afectivo” para lo cual ha recurrido a tres mujeres de distintas edades y culturas que posan frente a la cámara junto a un perro.

La colección de fotografías la cierra uno de las escenas más impactantes: un hombre y una mujer atados entre sí por una faja, mientras ella trata de zafarse de él para abandonar una relación sustentada en los celos y la posesión.

“El amor no puede ser sinónimo de posesión, de propiedad privada, es mucho más que eso”, ha agregado Goikoetxea.