Aragón afronta la quinta ola de coronavirus con una situación de partida en los hospitales más favorable que en anteriores oleadas. Así se desprende de los datos oficiales recogidos por el Ministerio de Sanidad, que reflejan que el volumen de pacientes con coronavirus ingresados en las unidades de cuidados intensivos es del 17%, y en camas de hospitalización convencional, del 7%. Con 43 pacientes críticos --según el último balance de Salud Pública, correspondiente al sábado-- la comunidad autónoma no tenía una cifra tan baja de enfermos agudos de covid desde principios del mes de agosto. Además, la media de los pacientes hospitalizados en el último mes se mantiene en el entorno de los 300.

Sanidad notificó ayer 235 nuevos contagios, 199 en Zaragoza, 30 en Huesca, 3 en Teruel y en otro caso no se pudo determinar la procedencia. Tarazona (12), María de Huerva y Universitas (11) fueron las zonas de salud con más casos. La incidencia acumulada a 14 días siguió subiendo, con Aragón en 221 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo autonómico explicaron que «de momento, no hay cambios» en las medidas restrictivas publicadas el viernes y se tomarán nuevas decisiones esta semana «en función de cómo evolucionen los datos».

También mantiene una tendencia ascendente la curva de la incidencia en ciudades como_Zaragoza (236 casos por 100.000), Fraga (469), Ejea de los Caballeros (306) y Cuarte de Huerva (401). Tarazona se mantiene disparada en 880 casos de incidencia acumulada a 14 días. Por el contrario, Calatayud consolida la bajada, aunque sigue registrando 353 casos por 100.000 en las dos últimas semanas.

Por ahora, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón no mueve ficha, aunque los expertos vaticinan novedades esta semana, y a pesar de que el número reproductivo del virus (que indica a cuántas personas infecta una persona contagiada) sigue por encima de 1 (en 1,11 según los datos del Ministerio de Sanidad).

Medidas por zonas

Ante la posibilidad de que la aplicación de nuevas restricciones se efectúe en función del impacto del covid por zonas, como viene haciendo Salud Pública, en las localidades con tasas más altas se muestran «a la espera». La alcaldesa de Ejea de los Caballeros, Teresa Ladrero, reconoció ayer que «los datos no son buenos», pero de momento, aseguró, «Sanidad no nos ha dicho nada, estamos a la espera, y como siempre, haremos lo que nos digan». En su caso, el salto por encima de los 250 casos por 100.000 (que marcan la entrada en el riesgo extremo según los parámetros de Sanidad) se dio el pasado jueves, y desde entonces, no ha bajado. «El primer confinamiento de la ciudad fue duro, en el segundo sentimos mucha impotencia, y si llega el tercero sería demoledor», afirma la alcaldesa socialista, que espera que el proceso de vacunación permita «amortiguar» el impacto del virus y que no sea necesario tomar medidas más drásticas.

En Calatayud viven la situación contraria, con una incidencia elevada, pero que desciende en los últimos días. «Este lunes hace quince días que hablé con la consejera de Sanidad Sira Repollés, y entonces la situación de Calatayud era mucho peor. No entendería que nos pusieran restricciones ahora que llevamos una tendencia descendente», subrayó el alcalde de la ciudad bilbilitana, el popular José Manuel Aranda. «A 7 días, la incidencia es de 120 casos por 100.000, lo que refleja que hemos revertido la situación», explica.

En el caso de Fraga, fuentes municipales afirmaron de igual manera que Salud Pública «no ha contactado con el ayuntamiento» y que siguen «con atención» la evolución de los casos. Pese al incremento de contagios en la capital del Bajo Cinca, desde el consistorio no se plantean pedir medidas más drásticas. «Por ahora no. Los casos, según los sanitarios, están muy identificados y controlados en núcleos familiares concretos», explican los sanitarios de la zona aseguran que el aumento de casos «no tiene nada que ver con temporeros». En este sentido, aseguraron que, como siempre, «seguirán todas las indicaciones de las autoridades sanitarias».