Aragón es una referencia en cirugía torácica y en la aplicación de una técnica mínimamente invasiva que mejora tanto la recuperación del paciente como su calidad de vida y que ahora enseñan al resto de comunidades. A través del I curso de Cirugía Torácica Endoscópica Mayor Aplicada, expertos del hospital Miguel Servet muestran una técnica en la que apenas se requieren dos incisiones muy pequeñas --la tradicional implicaba una de 25 centímetros-- y no implica la separación de costillas, cuando la técnica habitual provoca frecuentes fracturas por este motivo.

"La técnica precisa de una incisión de un centímetro, por la que se introduce una videocámara que permitirá realizar la intervención atendiendo solo al monitor a través de otra incisión de unos 3 centímetros. Se extrae el lóbulo del pulmón y se evitan las secuelas y, a la larga, mejora la calidad de vida del paciente", subraya el doctor Raúl Embún, cirujano torácico de los hospitales Miguel Servet y Clínico y uno de los profesores del curso.

Cáncer

La extracción, incluso, puede ser de todo el pulmón y puede aplicarse, principalmente, en casos de cáncer con tumores de menos de seis centímetros, metástasis, otros tumores malignos o benignos, infecciones o malformaciones. "Estas resecciones videotorascoscópicas --como se denomina esta técnica-- se transfiere únicamente desde Zaragoza, La Coruña y Sevilla y puede beneficiar a alrededor de 200 o 300 pacientes al año, ya que se aplica ya en el 60% de los pacientes que se intervienen y, al año, el servicio de Cirugía torácica de Aragón --dirigido por el doctor Juan José Rivas-- atiende a unos 1.000 pacientes, de los que se opera a la mitad", indicó Embún.

El curso consta de dos partes. En la primera, los cirujanos visitantes pueden ver en directo la aplicación en humanos de la técnica en el hospital Miguel Servet y la segunda permite reproducir la técnica en un modelo experimental. En este caso, los profesionales llevan a cabo esta reproducción en ovejas por su anatomía similar a la humana. Esta última parte se efectúa en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA), también en la capital aragonesa. "El objetivo es dar la mayor difusión posible a esta técnica y que se puedan beneficiar el mayor número posible de pacientes", explicó Embún.

Debido a la condición del CIBA como centro experimental, es el lugar "idóneo" para el uso y el aprendizaje de las nuevas tecnologías con el fin de tener un "íntimo conocimiento de su manejo y desarrollo" para su aplicación a la clínica humana.