El presidente de Aragón, Javier Lambán, avanzó ayer que la comunidad, junto con Asturias, Galicia y Castilla y León suscribirán declaraciones institucionales para que se den soluciones a la situación de sus territorios y su población disfrute de los mismos derechos que las autonomías más pobladas.

En el transcurso de la reunión del comité federal del PSOE, en la sede de Ferraz, Lambán expuso que la despoblación es un problema «gravísimo», sobre todo en el norte de España, que hay que paliar con políticas de servicios públicos, oportunidades de empleo y eliminando la brecha digital.

Lambán subrayó que «no se pueden ofrecer oportunidades al mundo rural sin acceso a la banda ancha», y comentó que la despoblación deberá ser uno de los elementos a tener en cuenta en el nuevo modelo de financiación autonómica que lleva un retraso, dijo, «de cuatro años». Así, explicó que el nuevo sistema deberá recoger conceptos como el coste por habitante, la orografía, la dispersión y la despoblación.

También recordó que a la hora de repartir servicios no es lo mismo el coste de un alumno en el medio rural que una gran ciudad o el coste sanitario de un habitante del medio rural aragonés que el de un habitante de Madrid.

«Es mucho más caro el mantenimiento en el mundo rural que en una gran ciudad», dijo y, por eso, estas cuatro regiones van a suscribir sus declaraciones institucionales para reclamar soluciones «prontas y reclamarlas de manera conjunta». El presidente de la DGA destacó que aunque se trata de autonomías de distinto signo político, todas ellas comparten el mismo objetivo.

CENTRALES

Además de esta cuádruple alianza de comunidades autónomas en materia demográfica, tres de ellas (Aragón, Asturias y Castilla y León) suscribirán otro acuerdo para reclamar un pacto de Estado por la energía. «Somos tres comunidades autónomas que tenemos economía del carbón, que tenemos centrales térmicas y estamos en contra de su cierre», expuso Lambán.

Según su forma de ver, para que la energía tenga unos costes «razonables» y ayude a crear una economía «competitiva», el peso del carbón en el mix energético ha de seguir siendo «importante», una coexistencia con el modelo de «economía sostenible» basado en las energías renovables.