Los esclavos eran personas que se compraban y vendían como si fueran animales.

Las personas que los compraban ponían a los esclavos a trabajar, pero no les pagaban y los maltrataban.

Aunque la esclavitud está prohibida desde hace muchos años, hay personas que siguen viviendo como esclavas.

El sindicato UGT calcula que en Aragón hay 3.000 personas que trabajan como esclavas.