Que el envejecimiento es latente en una comunidad como Aragón no es algo nuevo, pero sí sorprende saber que en la comunidad hay censadas hasta 550 personas con más de un siglo de edad. De estos habitantes centenarios, 340 residen en la provincia de Zaragoza; 128 en la de Huesca y 82 en la de Teruel. «El 3,5% de la población del país que tiene más de 100 años vive en Aragón», explicaba ayer a este diario Paloma González, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría.

La cifra de 550 personas con esta edad es casi el doble de la que había hace una década, cuando se contaban 296. Y el dato podría ir a más en los próximos 15 años, ya que según el estudio Proyección de población 2016-2031, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2031 se espera que el número de aragoneses centenarios sea de 1.488. Actualmente, por cohortes de edad, casi el 22% de los aragoneses tiene más de 65 años y esta cifra se espera que suba al 27%.

«Vivimos en una comunidad muy dispersa y eso puede ser un problema, pero el hecho de envejecer en los pueblos también es diferente e incluso más sano», añadió González.

Zaragoza se convirtió ayer en el punto de encuentro del 61 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, que se celebrará en el Palacio de Congresos de Zaragoza hasta el viernes. A él está previsto que asistan más de mil profesionales sanitarios en un encuentro donde, a parte de charlas y debates, se presentarán nueve guías de buenas prácticas clínicas en geriatría.

«Se trata de un evento multidisciplinar y un foro muy importante para abordar cuestiones de última aplicaciones y retos», dijo González, presidenta también de dicho congreso. En el se expondrán hasta 72 casos de temática clínica (417), área social (60) y biológica (14).

REIVINDICACIONES

Por otro lado, desde la Sociedad Aragonesa de Geriatría reivindican la extensión a la red pública de las unidades de geriatría. «No hay servicio en todos los hospitales de Aragón; se trabaja en extenderlos, pero aún falta», dice González. Ante esta situación, cuando los mayores requieren de este tipo de asistencia se debe acudir a los centros privados.

En este sentido, el hospital Clínico, el Ernest Lluch y el de Alcañiz carecen de esta unidad especializada. Se trata de un problema que no solo se da en la comunidad, sino que se produce en otras. En Andalucía, por ejemplo, la sanidad pública no oferta este recurso. Sin embargo, en Cataluña «está muy extendido», mientras que en Madrid solo falta por instalarse en el Gómez Ulla, que es militar. En el caso del hospital de la Defensa de Zaragoza sí está instalada tras un acuerdo con el Salud para apoyar la atención a pacientes procedentes del Servet.