Durante las jornadas de trabajo se vivieron momentos de tensión al tratar los técnicos de Cataluña --con el apoyo de la región de Occitania y el visto bueno de País Vasco y Navarra-- que se introdujera un punto en el que se mostrara apoyo al sentir indepedentista catalán y se pidiera la mediación internacional. La férrea oposición de Aragón, que asumía la presidencia, así como contactos entre los dos Estados evitaron que se incluyera ese punto. Tras una intensa negociación, y la posición firme del nuevo presidente del organismo, se incluyó únicamente un párrafo en el que se manifestaba «la preocupación» por la situación que se vive en Cataluña, socia de este lobi.