Las comunidades de Aragón y Navarra han impulsado el estudio genético de los ejemplares de oso pardo que habitan en el Pirineo. El objetivo es lograr una completa radiografía de la situación de esta especie en peligro de extinción, semejante a la que el Gobierno francés ha puesto en marcha al otro lado de la cordillera. Y conocer desde el número concreto de osos a sus características biológicas o por qué atacan al ganado.

Hasta ahora, en el territorio aragonés se sabe de la presencia esporádica de dos osos pardos, Neré y Camille . Un número que asciende a seis en todo el Pirineo occidental.

La decisión de identificar a la población de plantígrados es fruto de la reunión de especialistas de Aragón, Navarra y Francia celebrada la semana pasada. En ella, Francia dio a conocer el resultado del trabajo realizado por un laboratorio, creado en octubre, destinado al estudio genético del oso pardo. El éxito del programa ha animado a las dos comunidades a aplicar actuaciones urgentes para su conservación.

En la zona pirenaica occidental se tiene conocimiento de la existencia de cinco osos pardos autóctonos, que se distribuyen en Aragón (valles de Ansó y Hecho), Navarra (Valle de Roncal) y Francia (valles de Aspe y Ossau). Y el sexto, de origen esloveno, convive entre Aragón y Francia.

En Aragón, el pasado mes de junio se fotografió por primera vez, en la selva de Oza, a Neré , un macho joven nacido en 1997 de una madre reintroducida en el Pirineo y origen esloveno. Y también se tienen noticias de Camille , un macho adulto que se mueve por Navarra y Francia.

El resto de ejemplares son Papillon , localizado en los valles franceses; Canelle , una hembra adulta que también se ubica en el país galo; Luz , cría de Canelle y Papillon , que se encuentra pendiente de identificación, y un quinto del que poco se conoce.

Desde el Departamento de Medio Ambiente de la DGA se añade que en el 2003 se cuantificaron en Aragón siete ataques de osos contra 20 ovejas, lo que supuso un desembolso de unos 3.000 euros para indemnizar a los ganaderos. En Navarra, fueron 20 los ataques y en Francia, 50.

La red de seguimiento de la población osera en Aragón, denominada Red Oso Pardo, la componen 25 personas, la mayoría agentes de protección de la naturaleza, vigilantes de la reserva de caza y los miembros de un equipo contratado desde 1994 para el seguimiento y la vigilancia exclusiva de las especies en peligro de extinción. Su trabajo es coordinado junto al de los guardas franceses, la Organización Nacional de Caza y los naturalistas.

El último éxito de esta red fue la fotografía de Neré , un joven de 230 kilogramos de peso cuya imagen fue tomada por una de las cinco cámaras infrarrojos con dispositivo automático ubicadas en los valles de Hecho y Ansó.

Desde que en 1998, el Consejo de Protección de la Naturaleza dictaminó favorablemente sobre el plan de recuperación del oso pardo, el Gobierno aragonés todavía no lo ha aprobado. Aunque todas las medidas de seguimiento y conservación sí se están llevando a la práctica.