Aragón buscará acoger a las personas extranjeras que lleguen a la comunidad e instalarlas en zonas rurales del territorio para combatir la despoblación. O al menos así figura en el programa Integración de personas migrantes en el medio rural, surgido del estudio previo del mismo nombre y que quiere solventar dos necesidades fundamentales: el descenso de población en los medios rurales y la obligación de integrar a las personas extranjeras en el territorio.

La directora general de Igualdad y Familias de la DGA, Teresa Sevillano, inauguró ayer una jornada titulada Construyendo Europa desde Aragón: integración de población migrante en el medio rural, en la que se presentó esta iniciativa «transversal» y «bidireccional» dado que, por una parte, se pide a la población extranjera su adaptación «a la legalidad y respeto a los principios y valores democráticos del lugar en el que se instalan» y, por otra parte, requiere del respeto por parte de la población autóctona «hacia los nuevos aragoneses y aragonesas de origen extranjero».

Sevillano realizó especial hincapié en la despoblación que sufre Aragón en las zonas rurales, on una vida colectiva, cultural y económica que «languidece». Así, calificó al territorio como «envejecido y masculinizado», por lo que, para la directora, urge buscar medidas que ayuden a «fijar» la despoblación.

«nuevo escenario» / Sevillano indicó que este es un mundo de «constante cambio, de diversidad y heterogeneidad», que ha sufrido una «gran crisis económica» que ha transformado la sociedad tal y como era antes, por lo que hay una oportunidad para construir un «nuevo escenario» sobre el que trabajar la multiculturalidad y crear una sociedad más «pacífica».

La dirigente recordó que hace unas décadas hubo numerosos movimientos migratorios que llegaban al país a rehacer sus vidas, sin embargo, cuando llegó la crisis se produjo un parón de la «riqueza poblacional», que es «la más importante». Ahora existe la «obligación» de ofrecer a estas personas una integración «adecuada con todas las garantías».

Por su parte, la ministra de Administración Territorial, Meritxel Batet, resaltó en Soria que el reto demográfico es «el mayor desafío que España tiene como país» y para el que se están articulando medidas en una estrategia nacional.

Uno de los ejes en los que están trabajando también es el impulso a la repoblación. «Vivir en el mundo rural no es un fracaso sino todo lo contrario, porque también puede haber innovación, dinamismo e impulso», incidió. En las últimas semanas ya se han aprobados líneas de ayuda para favorecer nuevos empleo en los pueblos.