Investigadores de Aragón trabajarán en el desarrollo de nuevas técnicas para evitar el rechazo en el trasplante de intestino y de otros órganos digestivos.

Para el desarrollo y financiación de este trabajo, que tiene una duración estimada de dos años, han firmado un convenio el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y la Asociación Española de Ayuda a niños con trasplante multivisceral y afectados de fallo intestinal y nutrición parenteral (NUPA).

La investigación tiene como objeto inhibir o paliar el fenómeno de rechazo por medio de técnicas que puedan suprimir o reducir notablemente las altas dosis de los clásicos "fármacos inmunosupresores", ha informado el Gobierno de Aragón en un comunicado.

Estos fármacos se emplean de forma generalizada para evitar el rechazo pero, a su vez, dan lugar a importantes desequilibrios de la respuesta inmune, los cuales conducen a infecciones muy graves, que en el caso de los niños son muy difíciles o imposibles de tratar eficazmente por la falta de madurez de su sistema inmunológico y la incertidumbre de su control.

La investigación, han agregado las mismas fuentes, pretende lograr su objetivo por medio de la aplicación de bajas dosis de estos fármacos y altas dosis células mesenquimales, obtenidas a partir de células madre de tejido graso del propio receptor del trasplante.

Unas células que, debidamente administradas, son capaces de regular la respuesta inmunológica, de modo que finalmente el receptor acepte el órgano donado como propio.

Entre todos los trasplantes de órganos, el de intestino conlleva el mayor número de fracasos por rechazo o infección grave, dada la peculiaridad de su respuesta inmunológica a causa de su potencial inmune.

Algo que puede dar lugar no sólo al rechazo del órgano por parte del receptor, sino también al rechazo del receptor por parte del órgano ("enfermedad de injerto contra huésped"), han agregado.

Actualmente, el mayor número de trasplantes de intestino o multiviscerales (que incluyen hasta siete órganos digestivos) se realiza en niños, a causa de malformaciones u otras enfermedades infantiles, que implican una alimentación por vía intravenosa desde el nacimiento o desde la infancia.

El principal beneficio de esta investigación será su posterior aplicación en la clínica del trasplante de intestino para evitar el rechazo o la aparición de infecciones graves, que son las principales causas de mortalidad de este trasplante.

Está prevista una segunda fase en la que se diseñará un proyecto clínico, con la colaboración de grupos de investigación del Hospital Universitario de La Paz (Madrid), la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcalá de Henares y el IACS, en caso de obtener los resultados esperados.