Aragón se juega hoy la posibilidad de crear un nuevo acuerdo hidráulico que si bien puede no ser unánime, a diferencia del de 1992, podría ser mayoritario, pero cuyo principal valor estaría en dar cabida a numerosas voces, colectivos y organizaciones que no la tuvieron en el histórico Pacto del Agua. Será el recrecimiento de Yesa la primera prueba de fuego para los implicados, que votarán hoy si apoyan una ampliación de la presa menor de la proyectada.

El pleno de la Comisión del Agua de Aragón, creada para recuperar el resquebrajado consenso hidráulico, estudiará hoy el dictamen sobre el recrecimiento elaborado hace dos meses por una ponencia. Dicho documento considera que la mejor manera de dar salida a la polémica sobre esa obra es plantear una ampliación más pequeña de la prevista (la llamada cota media), para no inundar el núcleo de Sigüés y cubrir las demandas de agua.

El Gobierno de Aragón, promotor de este proceso de debate, cree que la sesión de hoy es clave para marcar las pautas de un nuevo acuerdo sobre agua que aunque no sea unánime será, probablemente, mayoritario. Y que además dará entrada no sólo a los partidos, como el Pacto del 92, sino a todos los implicados: afectados, usuarios (urbanos, industriales, hidroeléctricos...), regantes, agricultores, especialistas y municipios de llano y montaña.

Yesa se ve como el primer paso, el "símbolo" de lo que puede llegar, en palabras de Alfredo Boné, consejero de Medio Ambiente. En ponencia, el dictamen recibió cinco votos a favor y una abstención (voto particular). Pero el representante de municipios afectados por grandes embalses, el alcalde de Santaliestra, no quiso asistir a esa jornada.

Esto da idea de por dónde podría ir la votación de hoy. Los ecologistas, CHA y asociaciones como Río Aragón (contra el recrecimiento de Yesa) ya han anunciado que van a votar en contra de la cota media.

El resto de los partidos --incluidos PP y PAR--, gran parte de los usuarios, los municipios de montaña, cinco de los siete pueblos afectados por la obra, las administraciones y los regantes parece que dirán .

Los regantes de Bardenas, no obstante, tienen condiciones. Entre otras cosas, según su presidente, Luis Ciudad, quieren que se financie la mejora de regadíos, que se garantice que no habrá nuevos recursos contra la cota media y que se replantee el pago de los embalses laterales del sistema, que los agricultores están obligados a asumir en un 50%.

Y, sobre todo, "que la obra vaya adelante y se garanticen los 9.129 metros cúbicos por hectárea del plan de cuenca". Si su propuesta sale adelante, Bardenas podría ceder y aceptar un Yesa más pequeño.

En total, de los 17 colectivos del pleno de la Comisión del Agua (representados por 67 personas), 3 (con 12 votos) van a estar en contra.

Si el dictamen es aprobado por la mayoría, habrá que seguir adelante "con todas las consecuencias", según Boné, quien consideró que los detractores de la obra tienen el "reto" de "aceptar" el resultado.