El Instituto de Ciencia de Materiales de Aragon (ICMA), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Zaragoza, coordina un proyecto europeo de investigación para detectar y diagnosticar con mayor precisión el cáncer de próstata. El plan permitiría reducir el número de operaciones que se realizan asociadas a esta patología, mejorando la calidad de vida de los pacientes y minimizando los costes para el sistema sanitario.

El trabajo, recogido bajo el nombre de Procanexo, cuenta con una participación conjunta en Europa de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y el Instituto de Salud Carlos III, que han permitido que cinco grupos de investigación españoles (coordinador por el ICMA) puedan obtener recursos y trabajar con otros de 16 países en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de forma poco invasiva.

El proyecto ha recibido 180.000 euros de fondos de la convocatoria del 2017 de Transcan-2 Era-Net, que son redes europeas que financian dentro del programa Horizonte 2020 proyectos de I+D+i. Así, el coordinador principal es el investigador del ICMA Jesús Martínez de la Fuente, con quien participan investigadores de centros médicos y universitarios de España (Ciber-Bbn, el consorcio español de investigación en red), Holanda (Erasmus Medical Center), Noruega (Oslo University Hospital), Letonia (Latvian Biomedical Research and Study Centre) y Estonia (University of Tartu).

El tiempo estimado para desarrollar esta iniciativa son tres años de duración a partir del próximo mes de diciembre y se basa en el estudio de marcadores en fluidos para el diagnóstico del cáncer de próstata. Más concretamente, en el desarrollo de un sistema de detección y mejor diagnóstico de este tipo de cáncer para analizar si es necesario operarlo o no. «En estos momentos no hay herramientas que midan con precisión estos parámetros y ante esta indefinición el cáncer de próstata se opera en la mayoría de los casos», añadieron fuentes del ICMA.

«Evitar esa operación cuando no es necesaria mejora la calidad de vida de los pacientes (la operación ocasiona secuelas que pueden condicionarla seriamente) y reduce los costes para el sistema sanitario», añadieron.

PARTE TECNOLÓGICA / Cada socio del proyecto desarrolla una parte. Así, en unos casos se refiere al estudio de casos clínicos de centros hospitalarios, al análisis de los datos de biobancos o a la parte tecnológica de detección. Esta última es la parte del campo en la que trabaja el ICMA y sus investigadores que, en concreto, su labor se base en desarrollar un sensor que utiliza partículas que se calientan al ser irradiadas con láser y que funcionan como elemento de detección preciso.

Este tipo de procesos ya han generado, según detallaron desde el ICMA, alguna patente que se utiliza actualmente en aplicaciones alimentarias. Así, se espera que al término del desarrollo de todo el proyecto se haya alcanzado un prototipo comercializable para detectar y diagnósticar casos de cáncer de colon.

Por primera vez, la AECC se ha unido a una convocatoria europea junto al instituto Carlos III. La asociación financia proyectos para entender el proceso tumoral, perfeccionar el diagnóstico de los tumores y diseñar estrategias terapéuticas más eficaces y menos invasivas. Con estas premisas, las líneas de investigación financiadas cubren todas las fases del cáncer, desde la prevención hasta la metástasis.