Los aragoneses solo reciclan el 27% de la basura que generan en sus hogares. Para aumentar este dato hasta, al menos, el 50%, y al mismo tiempo adaptarse a las normas europeas en la materia, el Gobierno de Aragón presentó ayer una actualización del plan de gestión integral en el que se contempla un cambio significativo en la gestión de residuos y en el sellado de los vertederos. Su objetivos deberían estar cumplidos antes del 2022.

Según se aprobó en el último Consejo de Gobierno, la nueva hoja de ruta persigue «la promoción de la economía circular en el uso de los recursos, impulsando el sector de la gestión de los residuos como generador de empleo» y apoyar a las entidades locales en la recogida selectiva de basuras, ya que tienen la competencia en la materia.

La directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, señaló que se han diseñado dos líneas de actuación prioritarias para apoyar a los entre locales en la mejora su reciclado. «Es importante colaborar en la puesta en marcha de equipamientos», dijo.

También intentarán concienciar sobre la necesidad de una selección de la basura en el domicilio. Esto supondrá impulsar, por ejemplo, la separación de textiles o aceite de cocina que en algunas ciudades ya se se comienzan a recoger de forma selectiva. Esto implica poner en marcha cambios en la recogida puerta a puerta y en los medios técnicos que se usan para logralo.

Por otro lado, gracias a este Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (GIRA) para el periodo 2018-2022, se va a intervenir de forma directa «en la limpieza y eliminación de puntos de vertido incontrolado de residuos domésticos y comerciales». Esto supondrá, también con la colaboración de las entidades municipales, el sellado y la restauración de vertederos. «Es uno de los grandes problemas de los términos municipales», explicó, pues la práctica de abandonar basuras fuera de los puntos habilitados para hacerlo sigue presente en el mundo rural.

Por estos motivos desde la DGA realizó un nuevo llamamiento a la «responsabilidad» además de a concienciar a los ciudadanos sobre la necesitad de reducir la cantidad anual de residuos que se generan. Por el momento los comercios ya se han visto obligados a cobrar las bolsas de plástico a todos los clientes.

Las primeras actuaciones concretas aparejadas a este nuevo plan se pondrán en marcha en Teruel gracias a los fondos del FITE con una convocatoria de subvenciones, con una inversión de 450.000 euros, dirigidas a entidades locales de la provincia. «El aporte estatal nos permite impulsar lo que ya es está haciendo y también impulsar nuevas medidas», indicó la responsable autonómica.

participación social / Así pues, se espera que en septiembre se publique la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado para que los ayuntamientos preparen sus proyectos y accedan al plazo de concesión de subvenciones, que se adjudicarán como tarde en octubre, indicó Gómez. Por tanto, la finalidad de estas subvenciones será la de apoyar las actuaciones llevadas a cabo por las entidades locales.

No serán subvencionables aquellas que supongan un coste económico de explotación manifiestamente superior a la capacidad económica u organizativa de la entidad local solicitante.

Por otro lado, la intención del plan GIRA es «seguir apoyando» a todas las entidades que trabajan en estos campos, como puedan ser también las empresas o los ciudadanos». El plan ya se redactó con un proceso participativo que contó más de un millar de alegaciones y aportaciones procedentes de 80 entidades. En su mayoría reclamaron que atendiera al principio de protección de la salud humana y el medio ambiente, el de lucha contra el cambio climático, el principio de jerarquía en la gestión de los residuos o el de quien contamina, paga. LA DGA indica que la mayoría de ellas fueron aceptadas.