Giro inesperado en la investigación sobre el origen de la patología de la encefalopatía espongiforme bovina, comúnmente conocida como la enfermedad de las vacas locas. Un estudio internacional, en el que han participado la Universidad de Zaragoza como coordinadora a través de los investigadores Juan José Badiola y Rosa Bolea, revela ahora que su origen no está en el scrapie clásico (un proceso neurodegenerativo progresivo causado por un prión, que es una proteína celular) sino en un scrapie causado por causas atípicas que aparecen de forma espontánea.

Hasta ahora, la hipótesis era que las vacas enfermaban porque habían consumido pienso elaborado con harinas de carne y huesos de ovejas contaminadas con priones de scrapie clásico, que afecta de manera letal al sistema nervioso. Este era transmisible entre animales del mismo rebaño. Ahora, el scrapie de cepas atípicas aparece de forma aislada sin que se transmitan entre ellas en el rebaño. Es decir, ahora se determina que el origen es diferente en cuanto a las características clínicas y patológicas de la patología.

Para llegar a esta conclusión los investigadores estudiaron varios casos de scrapie atípico diagnosticados en España, Francia, Portugal y Noruega y con tejidos de esos animales se inocularon en ratones transgénicos, que expresaban la proteína prión. “La sorpresa fue que estos ratones sufrían una enfermedad priónica idéntica a la encefalopatía espongiforme bovina, lo que permite afirmar que el origen de la enfermedad de las vacas locas sería la contaminación de los bovinos con cepas de scrapie atípico y no clásico, como se creía hasta ahora”, ha dicho este martes Rosa Bolea. "Esto supone cambiar completamente el concepto que se tenía hasta ahora sobre la patología"

"La conclusión inicial fue la ingestión por las vacas del Reino Unido de piensos contaminados con priones. ¿Qué priones? Se suponía que los más normal era que fueran de origen bovino y de la enfermedad antigua del scrapie, también llamada tembladera. Solo se conocía el llamado scrapie clásico, pero lo que no nosotros creemos que hemos demostrado es que el origen de esta enfermedad vacuna no es clásico sino atípico", ha incidido Badiola.

El hallazgo acaba de ser publicado por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) y su estudio se inició hace más de una década. Durante este tipo se ha contado, tal y como ha explicado Bolea, con fondos europeos FEDER y ha sido materializado por la red RedPRION, que agrupa diferentes grupos de investigación en estas enfermedades de Aragón, Cataluña, País Vasco y Midi-Pyrénées.

Crisis alimentaria

La enfermedad de las 'vacas locas' desató a finales de los 90 una de las peores crisis alimentarias en Europa. En el Reino Unido, cerca de 200.000 vacas presentaron síntomas como temblores, cambios de comportamiento y pérdida del equilibrio, hasta llegar a la muerte. En España, fueron cerca de un millar. "En Aragón confirmamos las dos terceras partes de los casos de España", ha señalado Badiolas. "Hemos sido centro nacional de referencia de la enfermedad".

Las personas que ingirieron productos bovinos contaminados sufrieron la variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jackob, una patología neurodegenerativa sin cura. El número de personas afectadas en Europa por esta enfermedad fue de 226, cinco de las cuales de España.