Investigadores del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, INMA (CSIC-Universidad de Zaragoza) participan en un gran proyecto europeo, dotado con cerca de 15 millones de euros, para la creación de una nueva infraestructura que facilite la transferencia de nanofármacos desde los centros de investigación hasta la práctica clínica.

El objetivo del proyecto, denominado Phoenix, es proporcionar servicios para el desarrollo, la caracterización, el testeado, la evaluación de la seguridad, el escalado, la producción siguiendo buenas prácticas de fabricación y la comercialización de nanofármacos en el mercado, de forma que puedan estar a disposición de las pymes, las empresas emergentes, los laboratorios de investigación y cualquier otro usuario interesado. En la iniciativa participan investigadores del INMA, el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona y la spin off Nanomol Technologies S.L. En total, 11 socios pertenecientes al mundo académico e industrial de toda Europa forman parte de este "banco de pruebas de innovación abierta" para nanofármacos, que finalizará en 2025.

Los nanofármacos son medicamentos que utilizan la nanotecnología --el uso de la materia a escala atómica, molecular y supramolecular con fines industriales-- de alguna forma. Aplicar con éxito estos avances exige establecer buenas prácticas de fabricación que permitan transferir a gran escala los nanofármacos del laboratorio al paciente. Debido a la falta de recursos para implementar la fabricación, la producción de nanofármacos innovadores sigue siendo un reto para los principales actores del mercado de la nanomedicina de la Unión Europea, como las empresas de nueva creación y las pymes. "

El proyecto Phoenix tiene como objetivo permitir la transferencia de nanofármacos desde el laboratorio hasta los ensayos clínicos de forma fluida, oportuna y económica, que proporcione el banco de pruebas de innovación abierta necesario. Está dirigido por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Luxemburgo (LIST) y cuenta con el soporte de la pyme alemana MyBiotech en la coordinación científica. Tendrá una duración de 48 meses, desde el 1 de marzo de 2021, con un presupuesto total de 14,45 millones de euros y una contribución solicitada a la Unión Europea de 11,1 millones de euros.