Entre este año y el 2020, Aragón va a perder un total de 511 profesionales médicos por jubilación, lo que supone, según advirtió ayer en el pleno el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, «un problema muy grave» para la comunidad.

Así se pronunció el titular del ramo durante una comparecencia ante el pleno de las Cortes de Aragón, solicitada por el PP. «Al menos hemos conseguido ser la primera comunidad que va a lanzar la Oferta Pública de Empleo extraordinaria y eso puede ser que traiga gente de otras, aunque también que protesten los de aquí», dijo.

Celaya señaló que «la organización en el mundo rural está anquilosada» y apostó por dotar a los equipos de Atención Primaria de estas zonas de capacidad para autoorganizarse. «Los médicos de refuerzo tienen que ser uno más en el equipo y si hace falta más, se contratan», señaló. Y añadió al respecto que espera que el Ejecutivo le autorice a disponer de financiación para «mejorar» este nivel asistencial. Así, Celaya indicó que la DGA «está intentando hacer cosas para solucionar un problema que no es fácil y que ha llegado por fin al Consejo Interterritorial de Sanidad».

Entre las opciones que se bajaran en este organismo nacional para poner fin a la problemática está aumentar el número plazas MIR -—Médicos Internos Residentes—, que las ofertas de empleo se hagan «de forma conjunta y coordinadora», aumentar la edad de jubilación o avanzar en el reconocimiento de la enfermería comunitaria y pediátrica.

Por su parte, la diputada del PP, Carmen Susín, se dirigió a Celaya y le dijo que «hace dos años era usted el que se manifestaba y ahora está desmotivando a los profesionales de la sanidad rural», señaló. «No ha hecho esfuerzo por cubrir bajas, ni reducciones de jornada», dijo y añadió que «posee tras estos dos primeros años de legislatura de 1.200 millones de euros más que el anterior Ejecutivo y ahí tiene parte de la solución», señaló Susín.

Incentivos

La popular criticó que todavía no se haya comenzado a aplicar el plan de incentivos, que, según recordó Susín, «no gusta a nadie y no soluciona nada porque además de que deja fuera centros y plazas complicadas de cubrir, se ha favorecido conscientemente la cobertura de puestos con carácter estable en Zaragoza en detrimento siempre del territorio», apuntó.

Por otro lado, el consejero Celaya también intervino en el pleno para presentar y defender el contenido del Plan de Salud Mental 2017-2021, que implanta un modelo de atención «muy diferente» donde prima la atención comunitaria frente a la hospitalaria.

Celaya reconoció, ante la petición de comparecencia de la diputada del PP Rosa Plantagenet, que hay ciertas cuestiones que han quedado fuera del plan como las relacionadas con la prevención de los suicidios, la psiconcología o las unidades de atención a víctimas de catástrofes o de violencia machista.